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Francia juzga a Eizaguirre y Aramendi, presuntos miembros del aparato logístico de ETA

  • La pareja está acusada de comprar material para la banda
  • Ambos se han negado a declarar ante el Tribunal

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El juicio contra la pareja formada por Julen Eizaguirre Uranga y Maria Ángela Aramendi Landa, acusados de formar parte del aparato logístico de ETA, ha comenzado en el Tribunal de lo Criminal de París.

Eizaguirre, alias "Urki" (43 años), y Aramendi, alias "Irati" (39), deberán responder durante este proceso, que puede prolongarse hasta el viernes, por su supuesta implicación en la compra de material para la banda terrorista y en la confección de dispositivos para activar explosivos.

Las imputaciones que pesan contra ambos se basan en documentos de contabilidad requisados al aparato logístico, en particular al que fuera su jefe, Félix Ignacio Esparza Luri, y referentes a diversos periodos de 2002, 2003 y 2004, según los cuales recibieron al menos 33.000 euros y cerca de 2.000 dólares.

Los acusados proceden del mismo pueblo de Guipúzcoa (Cestona), han sido pareja desde su juventud y fueron arrestados juntos en las proximidades de la ciudad de Saintes (oeste de Francia) el 14 de julio de 2004, poco después de haber forzado un control policial de carretera.

De acuerdo con el rastro que fueron dejando, las fuerzas del orden calculan que Eizaguirre y Aramendi, que se habían refugiado en México desde la primera mitad de los años 90, volvieron a Francia a comienzos de 2001 para trabajar, desde la clandestinidad, en el aparato logístico.

Ella tiene causas pendientes en España por hechos anteriores a esa etapa, por su presunta pertenencia al comando "Gohierri Costa" a comienzos de los años 90.

Se niegan a declarar

Los presuntos etarras se han negado a declarar y a responder a todas las preguntas formuladas por el Tribunal. Ambos han dejado claro que no dirían "nada" al tribunal, y ni siquiera han accedido a ponerse de pie cuando la presidenta, Anny Dauvillaire, procedió a identificar a los acusados, en una actitud habitual de los etarras al ser juzgados en Francia.

Dauvillaire optó por proseguir y dar lectura al acta de acusación, en la que se da cuenta de los cargos que pesan contra ambos (diez para el primero, ocho para la segunda), incluidos los de pertenencia a una organización terrorista y receptación de extorsión de fondos, es decir, utilizar para sus fines un dinero a sabiendas de que procedía del cobro del llamado "impuesto revolucionario".

La última parte de la sesión se dedicó a la declaración de un experto psiquiatra que había examinado en noviembre de 2004 a Aramendi, a quien había dicho que en la cárcel "sufría" por estar alejada del hijo que tiene la pareja, del que se ocupaban entonces los abuelos maternos.