Un juez chileno acusa a seis personas de matar por envenenamiento al ex presidente Frei en 1982
- Se trata de cuatro médicos, su chófer y un agente de la policía secreta
- Encabezaba la oposición interna a Augusto Pinochet
- Su hijo se presenta a las elecciones del próximo domingo
El juez chileno Alejandro Madrid ha ordenado el arresto y ha procesado a seis personas por su presunta responsabilidad en el homicidio del ex presidente Eduardo Frei Montalva, al que le introdujeron paulatinamente sustancias tóxicas en su organismo.
Frei Montalva, que gobernó Chile entre 1964 y 1970, fue sometido a finales de 1981, cuando lideraba una incipiente oposición a la dictadura de Augusto Pinochet, a una cirugía simple, a causa de una hernia, en la Clínica Santa María de Santiago, pero, tras la intervención, su condición empeoró hasta fallecer el 22 de enero de 1982 a los 71 años.
El deceso, se dijo entonces, se habría producido por una infección bacteriana que habría originado una peritonitis aguda y un posterior shock séptico.
Las pericias realizadas durante el juicio indican que su fallecimiento fue ocasionado "por la introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales y por la aplicación de un producto farmacológico no autorizado denominado 'Transfer Factor'", ha explicado el juez Madrid a los periodistas.
Además, "por la ocurrencia de diferentes situaciones anómalas, que pudieron ser disimuladas como inadvertencias o negligencias que paulatinamente debilitaron su sistema inmunológico y facilitaron la aparición de bacterias oportunistas, tales como las denominadas "proteus vulgaris" y "candida albicans", que resultaron se la causa final de sus muerte", añadió.
Todos esos hechos, "dieron la apariencia de que su deceso ocurrió por complicaciones derivadas de las intervenciones quirúrgicas a las que fue sometido, haciendo imperceptible la intervención de terceros en su fallecimiento", ha precisado.
Sospechas sobre la DINA
Los procesados son los médicos Patricio Silva Garín y Pedro Valdivia Soto, el funcionario civil del Ejército y en su día agente de organismos represivos Raúl Lillo, y Luis Becerra, un antiguo chófer del ex mandatario que en realidad era un colaborador de la policía secreta, según han precisado las fuentes.
Silva Garín es actualmente coronel retirado del Servicio de Sanidad del Ejército y dirige el departamento de Contraloría del Hospital Militar, mientras Valdivia Soto fue médico de la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet.
Lillo es un funcionario civil del Ejército que trabajó sucesivamente como agente de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la CNI (Central Nacional de Informaciones) y la DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército).
Según las fuentes, era uno de los encargados de la CNI de espiar a la Democracia Cristiana y como tal fue quien reclutó a Luis Becerra para que le informara sobre las actividades del ex mandatario.
Poco después, precisaron que a estos procesados se agregaron los médicos Helmar Rosenberg y Sergio González, patólogos de la Universidad Católica que practicaron una autopsia al cadáver de Frei Montalva, encausados como supuestos encubridores.
Las elecciones de trasfondo
El juez no ha descatado que en el transcurso de la investigación se instruyan nuevos procesamientos, pues la investigación no está cerrada, al tiempo que ha negado alguna relación entre su dictamen y la proximidad de las elecciones presidenciales del próximo domingo, en las que Eduardo Frei Ruiz-Tagle, hijo de la víctima, es uno de los candidatos.
"Buscar una fecha más o menos oportuna no creo que sea propio de un juez que debe hacer justicia en el momento que corresponde y en el lugar que corresponde", ha subrayado.
"Yo no pensé en ninguna fecha, ni de primera ni segunda vuelta", ha añadido el magistrado, en cuya opinión, "es bueno para la sociedad chilena saber qué ocurrió, y es bueno para la tranquilidad de la familia (Frei) tener ese conocimiento".
En tanto, Sebastián Piñera, favorito de las encuestas para ganar las elecciones del domingo, se solidarizó con la familia Frei y dijo, en declaraciones difundidas por su equipo electoral, que la muerte del ex presidente "es sin duda una herida abierta en el alma nacional".