Interior confirma que los guardias civiles retenidos desembarcaron en Gibraltar en una persecución
- Llegaron al Peñón al perseguir a una lancha con presuntos narcotraficantes
- Los guardias civiles retenido por Gibraltar dicen que el trato fue muy correcto
El Ministerio del Interior ha confirmado que los cuatro guardias civiles retenidos por las autoridades de Gibaltrar llegaron a desembarcar en el Peñón para perseguir a los sospechosos de narcotráfico a los que seguían desde el mar.
En una nota, Interior relata que la persecución comenzó cuando la Comandancia de Algeciras detectó con una cámara del SIVE de Carboneras una embarcación sospechosa y alertó a los agentes de una zodiac del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Al intentar identificarla, la lancha emprendió la huida, cuando ya era de noche, con reducida visibilidad y "cambiando continuamente de rumbo".
"En ese momento fue perseguida por la embarcación oficial hasta que la zodiac sospechosa embarrancó en tierra. Los ocupantes salieron corriendo y fueron perseguidos por los cuatro guardias civiles del Servicio Marítimo", apunta el comunicado.
Acto seguido fueron los propios agentes, cuando iniciaron la persecución, quienes realizaron "señales acústicas y luminosas" para alertar al personal de la Policía Gibraltareña que estaba en el muelle del puerto de Gibraltar.
Posteriormente la Policía del Peñón se hizo cargo "de los sospechosos y pidió a los guardias civiles que les acompañaran a las dependencias policiales en Gibraltar".
Según han manifestado los guardias civiles, el trato recibido en todo momento fue correcto. Los dos sospechosos, por su parte, quedaron a cargo de la Policía de Gibraltar acusados de un delito de "entrada ilegal en Gibraltar y utilización de embarcación no permitida".
"Sin intención política"
La nota explica también que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha puesto en contacto con el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, para lamentar la operación de unos guardias civiles en el Peñón y para transmitirle que ésta fue de "carácter excepcional", sin intencionalidad política.
El Ministerio de Interior, por medio de un comunicado, informa de la conversación de Rubalcaba con la máxima autoridad gibraltareña, durante la que, además de lamentar los hechos, le ha explicado que la entrada de una embarcación de la Guardia Civil en el Peñón se produjo porque los agentes perseguían a unos presuntos delincuentes que habían localizado en la costa de Carboneras.
Es decir, fue una operación estrictamente policial sin "ningún tipo de intencionalidad política", añade Interior en la nota de prensa.
El incidente se da por cerrado
Antes de la nota de Interior, el ministro de Exteriores insistió en que el Gobierno había pedido disculpas y daba el incidente por cerrado.
Miguel Ángel Moratinos ya apuntaba en sus declaraciones desde Bruselas que "todo parecía indicar" que "no fue una cuestión de aguas", sino que los agentes llegaron hasta el propio territorio de Gibraltar.
"Se ha señalado que ha sido un incidente (en el marco de) una persecución en caliente de algunos contrabandistas, pero (el ministro Alfredo Pérez) Rubalcaba ya pidió disculpas y ayer ya los resolvimos", ha resumido Moratinos en rueda de prensa en Bruselas.
El jefe de la diplomacia española aseguró no conocer los detalles de lo sucedido porque le informaron anoche en el curso de una cena con sus colegas de la UE y pidió tiempo para "conocer la versión de la Guardia Civil", antes de confirmar si los agentes desembarcaron en la ciudad de Gibraltar, tal y como apuntó este martes a los medios el primer ministro gibraltareño, Peter Caruana.
"Esperemos que no se repita este hecho, (pero) me va a permitir que conozca cuál es la versión de la propia Guardia Civil", insistió.