Bioplásticos a partir de maíz
Un grupo de científicos del MIT, del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets, ha creado una compañía que se dedicará a la fabricación de plásticos biodegradables a partir de maíz, un negocio arriesgado.
Quieren hacer dinero con este producto que, hasta ahora, tal y como dicen los expertos, no es competitivo, pero creen que ahora es el momento porque según las previsiones, la producción de plásticos de este tipo se duplicará para 2012.
Todo comenzó cuando estos científicos averiguaron que con agua, sol y una fuente de carbono, en este caso el maíz, algunas bacterias producen PHA, polihidroxialcanoato, o sea, un plástico, muy parecido al film de cocina.
En 1994 se pusieron manos a la obra para conseguir aprovechar esta habilidad bacteriana y aplicarla a nivel industrial. Fundaron la compañía Metabolix. Y ahora, tras mucho perseverar y superados los problemas de financiación, esperan que su planta de Iowa tenga una producción de 50.000 toneladas al año, lo que supone un 1% de la producción de plástico de Estados Unidos.
La Isla Basura
La mayoría de los plásticos hoy en día proceden del petróleo. Los bioplásticos proceden de plantas y llevan más de una década fabricándose. Son plásticos limpios, o por lo menos, más limpios que los convencionales, los procedentes del petróleo.
Su producción contamina menos, en el sentido de que emite menos gases de efecto invernadero, y además los microorganismos lo degradan fácilmente y los convierten en agua y humus sin dejar un rastro de metales pesados en los suelos y los océanos.
Impulsar la producción y venta de plásticos limpios es una iniciativa más que necesaria. Cada año se producen más de millones de toneladas de plástico en el mundo. Gran parte acaba en el océano y cuando llega allí, no se degrada, se acumula formando una sopa tóxica.
La prueba más espeluznante está en medio del océano Pacífico. Más de 100 millones de toneladas de plástico procedentes de Asia, Canadá y Estados Unidos están ahí, acumuladas. La llaman la Isla Basura.