Los niños están preocupados por la pobreza, la soledad y la marginación social, según un estudio
- Una investigación de la Complutense analiza los valores en la infancia
- 18.000 escolares, entre 6 y 12 años, han participado con sus cuentos solidarios
- La Campaña Un Juguete, Una Ilusión de RTVE colabora en este proyecto
..."África se fue a Cancún con sus padres, pero antes de irse les dio un gran abrazo a sus amigas, y les prometió volver a verlas. Y así fue. Todos los años África volvía a España y estaba con sus amigas, pero la cosa más bonita fue que aunque una gran distancia les separaba, su amistad nunca se rompió"...
Este es el cuento escrito por un grupo alumnas de 6º. Relatan la historia de una niña inmigrante llamada África, que consigue aunar a una clase desunida, y hacerse con el reconocimiento y la amistad de sus compañeros.
En total se han analizado 968 cuentos de niños españoles, de entre 6 y 12 años, para elaborar el estudio 'La Infancia y su mundo de valores', realizado por la Universidad Complutense, la Campaña 'Un Juguete, Una Ilusión' y Toys 'R' Us.
El objetivo de este estudio es conocer cuáles son las preocupaciones de los niños y cómo afrontan las situaciones de desprotección.
La investigación concluye que a los niños españoles les preocupa la pobreza, la soledad, el rechazo y la marginación social, tras analizar todos los relatos y más de 2.000 dibujos recibidos en el Concurso de Cuentos Solidarios, convocado por RNE y la Fundación Crecer Jugando.
El escenario de los cuentos
Los cuentos solidarios redactados por los niños suele transcurrir en otros países, en la escuela, en la ciudad o en un pueblo.
Estos relatos muestran que para los niños, la solidaridad se asocia fundamentalmente a situaciones de pobreza o soledad, pero no de enfermedad.
En los cuentos tampoco abundan los espacios mágicos, los lugares imaginarios o las ensoñaciones. Para los niños la solidaridad es una ayuda real a sujetos concretos.
Sensibilizados con la pobreza y la discriminación
Para los escolares de enseñanza Primaria que han enviado sus cuentos, las respuestas de solidaridad tienen que ver principalmente con la pobreza en el mundo, con la soledad, el desprecio y la discriminación racial.
La pobreza la asocian a los países en desarrollo o a los inmigrantes que vienen a nuestro país sin trabajo y sin papeles, mientras que la escuela, el pueblo y la ciudad, son los escenarios en donde los niños intentan corregir la soledad, el rechazo y la discriminación.
Cuando la acción se sitúa en un aula o en un colegio, lo que les motiva no es la carencia de bienes materiales sino la falta de relaciones personales, bien por el rechazo de los otros o por estar en sitios de los que desconocen su cultura.
En numerosos cuentos, la solidaridad es el acompañamiento físico a alguien para que no se sienta solo.
¿Por qué son solidarios?
Los relatos y los dibujos analizados revelan que el 59% de los niños es consciente de las necesidades ajenas. Son capaces de ponerse en el lugar del otro y de experimentar su pena y por ello promueven acciones solidarias o de cooperación.
En porcentajes mucho menos representativos, los niños pueden actuar de forma solidaria, por mala conciencia o arrepentimiento y en última instancia por la necesidad de ser queridos.
En este sentido los educadores que friman el estudio apuntan que los mayores deben ayudar a los niños a comprender que, en muchas ocasiones, la acción solidaria no tiene recompensa y que, a pesar de ello, hay que realizarla.
¿Quiénes son los protagonistas de sus cuentos?
Cerca del 40% de los protagonistas de los cuentos solidarios escritos por escolares son otros niños.
Niño de buen corazón, niño malo que se vuelve bueno, niño pobre que sale de la pobreza y niño extranjero, además de adultos, animales y objetos humanizados son los personajes que centran la acción.
El estudio refleja historias protagonizadas por niños que se definen como egoístas o caprichosos y que se transforman de forma progresiva según transcurre el relato.
Dentro de la escuela también se aprecia en el protagonista del cuento un discurso de acogida, como en la historia de un niño extranjero que vive mal y es salvado por una acción solidaria, como una adopción, o la del inmigrante que viene a nuestro país e inicialmente es rechazado por la comunidad.
Según este estudio, los niños españoles tienen clara conciencia de que viven en un país desarrollado y desde su conciencia de miembros privilegiados, consideran que deben ayudar a otros niños, compensar sus necesidades materiales y ser acogedores.
En los cuentos se recurre en ocasiones a las figuras adultas para recordar al niño protagonista cuál es su deber, darle una lección o servirle de ejemplo.
En el ámbito escolar, la norma está representada por los profesores a quienes se identifica como la principal fuente de autoridad en el aula, especialmente cuando surgen conflictos entre los alumnos.
Las adopciones y las familias
Un grupo de protagonistas de los cuentos lo constituyen los adultos, los profesores, la familia y el hogar, en donde para los niños reside el bienestar.
Los escolares opinan a través de sus relatos que una persona pobre, suele carecer, además, de un lugar donde vivir y de una familia y por tanto, para ellos no hay mejor final que la agrupación familiar y la posibilidad de establecer vínculos de cuidado y afecto.
Por eso muchos argumentos se desarrollan en tono a las adopciones de niños desfavorecidos o que vienen de otros países.
La investigación pedagógica sobre los cuentos solidarios ha sido realizada por los profesores Gonzalo Jover, Fernando Gil, David Reyero y Bianca Thoilliez, de la Facultad de Educación, de la Universidad Complutense de Madrid.