Obama llega a Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz
- Se le otorga cuando acaba de ordenar el envío de más tropas a Afganistán
- La fuertes medidas de seguridad suponen la operación de mayor dimensión desarrollada en Noruega
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha llegado a Oslo, acompañado de su esposa, Michelle, para recibir el premio Nobel de la Paz, que se le otorga cuando acaba de ordenar el envío de más tropas a Afganistán.
A su llegada, el presidente estadounidense y su esposa, que descendieron del avión cogidos de la mano, fueron recibidos por una delegación encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Jonas Gahr Store, y el embajador de EEUU en Oslo, Barry White.
Debido al mal tiempo, en lugar de desplazarse desde el aeropuerto hasta la ciudad en helicóptero, como estaba previsto, lo hizo por carretera.
A su llegada ha visitado el Instituto Nobel para firmar el libro de invitados y reunirse con el primer ministro del país, Jens Stolternberg, tras lo que ofrecerá una breve rueda de prensa.
Obama y su esposa tenían previsto también ser recibidos por los reyes de Noruega, Harald y Sonia, antes de desplazarse al Auditorio Municipal de Oslo para la ceremonia de entrega del Nobel.
La llegada del presidente se produce en medio de fuertes medidas de seguridad, en la operación de mayores dimensiones desarrollada en Noruega y que ha tenido un coste de cerca de 92 millones de coronas, 16 millones de dólares.
Cerca de 2.500 agentes de policía se encuentran movilizados y se han levantado barreras a lo largo de las principales avenidas de la ciudad.
El país ha reforzado también los controles de seguridad en las fronteras y en torno a Oslo se han desplegado misiles antiaéreos.
Antes de la llegada del presidente habían tenido lugar manifestaciones en la capital noruega contra la concesión del Nobel al presidente estadounidense, en las que se podían ver carteles con su imagen y su lema en la campaña electoral alterado a "¿Cambio?".
En su discurso tendrá que hilar fino
En su discurso de aceptación del premio en el Auditorio Municipal de Oslo, que tendrá lugar en la mediodía del jueves, Obama tendrá que hilar muy fino.
Por un lado, el premio le llega cuando ha ordenado, hace apenas diez días, el envío de 30.000 soldados más a Afganistán para reforzar un contingente estadounidense que sumará ahora más de 100.000 militares en la República islámica. Es una verdadera escalada de la guerra contra la red terrorista Al Qaeda y el movimiento talibán.
Por otro, las encuestas apuntan a que la mayoría de los votantes está en desacuerdo en que se le haya concedido el premio, sin que haya cumplido aún siquiera un año de mandato.
Una encuesta dada a conocer esta semana por el Instituto Quinnipiag indicaba que apenas el 26% de los estadounidenses cree que Obama merece el Nobel.
Premiado por fortalecer la diplomacia internacional
La propia Casa Blanca no es ajena a la contradicción que supone conceder el Nobel de la Paz al presidente de una nación en guerra, y ha indicado que Obama hará alusión a esa "yuxtaposición" en su discurso.
"Vamos a referirnos directamente a la noción que muchos han mencionado, que es la yuxtaposición del momento de la entrega del Premio Nobel de la Paz y su compromiso de enviar más tropas a Afganistán", ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
El comité Nobel noruego anunció el pasado octubre que concedía el prestigioso premio a Obama por sus "extraordinarios esfuerzos en fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos".
Entre estos esfuerzos, citó su propuesta para lograr un mundo sin armas nucleares y sus intentos de acercamiento al mundo musulmán.
Ese anuncio tomó por sorpresa al presidente estadounidense, que entonces se declaró "profundamente sorprendido y honrado" por el galardón.
"Para ser sinceros, no siento que me merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este premio", admitió entonces.
Un millón de euros para fines caritativos
El premio ha suscitado polémica. Muchos críticos indicaron que el presidente estadounidense no ha logrado aún nada concreto con su política y el galardón se le ha concedido simplemente por unos bellos discursos y por no ser su predecesor, el impopular George W. Bush.
Sus partidarios apuntan que ha creado un nuevo clima mundial más proclive a la colaboración. Estados Unidos, recuerdan, se encuentra próximo a finalizar un acuerdo de desarme nuclear con Rusia. Y su Gobierno ha dado un fuerte giro a la política medioambiental de su predecesor.
Durante su estancia en Oslo, el presidente de EE.UU., que viajará acompañado de su esposa, Michelle, tiene previsto visitar el Instituto Nobel noruego y reunirse con el primer ministro del país, Jens Stoltenberg, con quien ofrecerá una breve rueda de prensa.
También será recibido por los soberanos noruegos, Harald y Sonia, en el Palacio real de Oslo.
Tras su participación en la ceremonia de entrega del Nobel, Obama y su esposa acudirán al banquete tradicional en honor del premiado, al que están invitadas 250 personas.
Su visita a Oslo, que inicialmente iba a estar precedida de una parada en Copenhague para participar en la cumbre de la ONU sobre Cambio Climático -algo que finalmente se ha pospuesto para la próxima semana-, concluirá el viernes por la mañana, cuando regresará a Washington.
El galardón viene acompañado de una recompensa en metálico de casi un millón de euros. La Casa Blanca ha indicado que el mandatario donará esa cantidad entera a fines caritativos aunque, hasta el momento, no ha revelado cuáles.
Se trata de la tercera vez que recibe el Nobel de la Paz un presidente de Estados Unidos en activo. Antes lo hicieron Theodore Roosevelt, en 1906 y de Woodrow Wilson en 1919.