Descubren la estrella número 20 de la Osa Mayor
- Solo siete de las estrellas de esta constelación se aprecian a simple vista
- Hasta ahora se pensaba que estaba formada por 19 astros
- La pequeña 'Alcor B' había pasado desapercibida en la 'cola' de la Osa
Un equipo internacional de científicos ha descubierto la estrella número veinte de la Osa Mayor. Así, a partir de ahora esta constelación está formada por una estrella más, veinte en total, de las que solo siete se aprecian a simple vista, y no 19 como hasta ahora.
El estudio, publicado en 'The Astrophysical Journal', ha descubierto a 'Alcor B', una de las estrellas que forma la cola de la osa y que tiene en su órbita una pequeña enana roja.
Esta estrella ha sido detectada mediante una innovadora técnica denominada 'movimiento paraláctico común', por miembros del proyecto 1640, un equipo internacional que incluye a astrofísicos del Museo Americano de Historia Natural, la NASA, el Instituto Tecnológico de California y la Universidad de Cambridge.
"Nosotros utilizamos esta nueva técnica para determinar que un objeto orbita una estrella próxima, una técnica que representa un homenaje a Galileo", declaró Ben R. Oppenheimer, del Museo Americano de Historia Natural.
"Galileo sentó un tremendo pronóstico. Hace 400 años, estableció que si Copérnico estaba en lo cierto -que la Tierra orbitaba al Sol- podría demostrarlo mediante la observación del 'movimiento paraláctico' de las estrellas más próximas. Increiblemente, Galileo recurrió a Alcor para comprobarlo, pero no dispuso de la precisión necesaria para conseguirlo", dijo.
"Si Galileo hubiera sido capaz de ver los cambios en la posición de Alcor, él habría obtenido evidencias conclusivas de que Copérnico estaba en lo correcto.
El movimiento paraláctico es la forma en que las estrellas cercanas se mueven aparentemente en un patrón repetido anualmente en relación a la de estrellas más lejanas, simplemente porque el observador en la Tierra está circundando al Sol y ve esas estrellas en diferentes lugares cada año.
Nació hace unos 500 millones de años
Alcor es una estrella relativamente joven con dos veces la masa del Sol. Este tipo de estrellas son relativamente raras, de corta vida y brillo.
“Alcor comparte una posición en la Osa Mayor con otra estrella, Mizar“
Alcor y sus parientes de la Osa mayor se formaron de la misma nube de materia hace unos 500 millones de años, algo inusual para una constelación, ya que otras similares están compuestas de estrellas no relacionadas entre sí. Alcor comparte una posición en la Osa Mayor con otra estrella, Mizar.
De hecho ambas fueron utilizadas en la antigüedad para realizar un test de agudeza visual -distinguir el caballo del jinete-. Uno de los discípulos de Galileo observó que Mizar es realmente un sistema binario, el primero en ser descubierto por telescopio.
Muchos años después, los dos componentes del sistema fueron rebautizados como sistemas binarios, que integran un sistema cuádruple.
Ahora, Alcor, que está cerca de ese sistema cuádruple, también nos ha presentado a su compañero.
En marzo pasado, miembros del Proyecto 1640 instalaron su coronografía y óptica adaptiva en el Telescopio Hale del Observatorio Monte Palomar y lo dirigieron a Alcor. "Justo allí, puede localizar un tenue punto de luz próximo a la estrella" declaró Neil Zimmermann, miembro del equipo.
"Nadie había informado de este objeto antes, y estaba muy cerca de Alcor, asi que llegamos a la conclusión de que probablemente se trataba de una estrella asociada desconocida".
“Los científicos comprobaron que Alcor B se movía junto a Alcor“
El equipo retornó meses después y volvió a observar estas estrellas, esperando probar que eran compañeras determinando el casi inapreciable movimiento de ambas en relación con otras estrellas más lejanas cuando la Tierra se mueve en torno al Sol, en otras palabras, calibrando su movimiento paraláctico. Si la supesta compañera era una estrella asociada se movería junto con Alcor, y asi se comprobó.
Alcor y su nueva compañera se encuentran a unos 80 años luz y orbitan entre sí al menos cada 90 años. A lo largo de un año, la pareja se mueve en una elipse sobre el cielo a lo largo de 0,08 arcosegundos de la órbita que describe la Tierra en torno al Sol.
Este movimiento es alrededor de mil veces más pequeño que lo que el ojo humano puede discernir, pero una fracción de este movimiento pudo ser fácilmente medida por la tecnología de los científicos del Proyecto 1640.