Un presunto etarra: "Llevaba explosivos con el anagrama de ETA porque me gusta la pirotecnia"
- Ha declarado ante el juez que me "gusta hacer experimentos"
- El fiscal pide cuatro años de cárcel por el detenido 3 de enero
El acusado de fabricar un artefacto explosivo con los anagramas de ETA y de la ilegalizada Jarrai, que fue intervenido en su vehículo tras su detención el pasado 3 de enero en Irún (Guipzcoa), ha dicho que era "aficionado a la pirotecnia" y que le gusta "hacer experimentos".
En el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Nacional, Jon Guevara, para el que el fiscal ha pedido cuatro años de cárcel, ha negado pertenecer a la organización terrorista.
"En absoluto es un terrorista, es simplemente un chaval con grandes problemas de adicción a sustancias estupefacientes y con afición a la pirotecnia", ha señalado su abogado, que ha explicado que días antes de su detención fue ingresado en el hospital inconsciente con un coma etílico y una intoxicación de cannabis y cocaína.
Guevara, que llevaba droga en el bolsillo de su pantalón en el momento de su arresto, ha reconocido que, menos heroína, consume todo tipo de sustancias tóxicas "con la frecuencia del dinero de que dispongo" y que su padre se había suicidado recientemente.
"Estaba alterado y le dio por hacer dibujitos sin comprender la ilicitud de lo que hacía", ha apuntado su abogado en referencia a los anagramas de ETA y de Jarrai en el artefacto, antes de añadir que el comportamiento de su representado "evidentemente denota estupidez", pero que sus circunstancias personales lo justifican.
Sin embargo, para el fiscal, que ha señalado que el acusado había participado con anterioridad en actos de violencia callejera, "no estamos hablando de un juego infantil ni de una afición, sino de unos hechos de relativa gravedad" ya que, como han explicado hoy dos peritos, la explosión del artefacto podría haber causado muchos daños.
Guevara, para el que su defensa pide la absolución o una condena alternativa de un año de prisión, fue detenido el pasado 3 de enero en Irún, cuando estaba estacionado junto a la carretera y la Guardia Civil encontró en su vehículo, además de una tartera de plástico que contenía el artefacto, abundante material pirotécnico