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La Conferencia Episcopal plantea que el aborto debe ser considerado un delito

  • Subrayan que la doctrina de la Iglesia en este asunto "no va contra nadie"
  • Califican al aborto como "gravísimo  pecado" y no entienden que no sea delito

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La Conferencia Episcopal Española insiste en que el aborto debería ser un delito

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha planteado que el aborto sea considerado un delito y ha subrayado que la doctrina de la Iglesia en relación al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo "no va contra nadie ni contra ningún partido".

"No se entiende que quitar la vida de un ser humano inocente no pueda ser un delito", ha dicho hoy en rueda de prensa el obispo auxiliar de Madrid y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.

El obispo auxiliar de Madrid, junto al obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, han presentado a los medios la declaración "Ante la crisis moral y económica", que fija la posición de la Iglesia ante las causas y las víctimas de la crisis económica.

Para Martínez Camino, el aborto, al que calificó como "gravísimo  pecado", "no puede ser aceptado legalmente, al tiempo que criticó que  pretenda ser considerado como un derecho. En cualquier caso, añadió que existen pecados que no son delito. 

Ante la polémica con los políticos católicos que apoyen la ley, a los que los obispo recuerdan que no pueden comulgar, indicó que "la doctrina no es contra nadie, ni un partido o persona". "En todos los casos en que un político defienda una ley que no protege a los no nacidos, la Iglesia siempre dice lo mismo", agregó.

La Iglesia contra la Ley del Aborto

Con todo, el portavoz de la CEE señaló que la misión de la Iglesia es "dar voz a los que no tienen voz pero tienen derecho a vivir" y  reiteró que "es gravísimo quitarles la vida". En su opinión, el aborto tienen "gravísimas consecuencias sociales y económicas". 

Finalmente, alertó de que un pueblo que "asiste con asentimiento social a quitar la vida a sus hijos es un pueblo que no está preparado para la solidaridad fraterna".