El niño obeso de Ourense podrá residir con su familia en régimen de fin de semana
- El delegado de la Xunta dice que también pueden vistarle una hora al día
- El estado del menor es "normalizado"
El delegado territorial en Ourense de la Xunta de Galicia, Rogelio Martínez, ha informado de que el menor con obesidad mórbida podrá residir en régimen de fin de semana con sus familiares a partir de la semana que viene.
La Xunta procedió este viernes a su ingreso en el centro de menores de A Carballeira, en Ourense, después de que la semana pasada se le realizasen diferentes pruebas médicas y psicológicas en el Complejo Hospitalario de esta ciudad con el fin de conocer su estado de salud actual.
Durante la jornada se acercaron hasta el centro algunos familiares del menor con el fin de expresar su apoyo al niño y a la familia, así como su malestar por el ingreso.
Una vecina, que se identificó como María Luisa Sánchez, expresó su enfado ante los medios de comunicación al considerar que "el pacto que había era que el niño pudiese convivir con sus abuelos".
Según dijo, el menor "estaba convencido de que se iba a ir con su familia" y afirmó que nada más conocer la decisión de la Xunta, "se vino abajo".
Seguimiento en el centro de menores
El delegado territorial de la Xunta en Ourense ha dicho que el menor se incorporará a partir de este próximo lunes al colegio con el resto de sus compañeros y que se le realizará un seguimiento especial en el centro de menores donde ha quedado ingresado.
"Irá al colegio el lunes, y va a comer al centro", ha explicado Martínez, y agregado que en el centro escolar al que acudirá "tendrá actividades toda la tarde".
En lo que respecta al régimen de visitas, Martínez ha asegurado que la familia "podrá visitarlo todas las tardes durante una hora". Además, ha precisado que "no hay ningún problema" en que resida con sus padres durante los fines de semana.
Según el delegado del Gobierno gallego en Ourense, el estado del menor está en estos momentos "normalizado", si bien ha precisado que es imprescindible su seguimiento con el fin de "cambiar hábitos". En este sentido, ha aclarado que "por ahora no se puede marchar, porque en quince días estaría igual".
Mientras tanto, los padres, Luis Montoya y Margarita Gabarres, se enfrentan a penas no superiores a dos años por dos delitos de abandono, derivados de una situación de absentismo escolar y otro de desobediencia, al no entregar al menor a requerimiento de la Xunta y del propio juez.