Chile se prepara para elegir nuevo presidente

• Un total de 8.285.186 chilenos están convocados este domingo a las urnas
• Más allá de lemas, de lo que se habla en Chile es de fin de ciclo

Han pasado casi veinte años sin Pinochet en el poder, casi cuatro desde la muerte del dictador en 2006 y otros casi 20 de gobierno de la Concertación.

Muchos años y muchas cosas que, juntas, podrían cerrar capítulo. Por eso, más allá de lemas, apuestas y programas, de lo que se habla en Chile es de fin de ciclo.

Tendría que perder la Concertación para que lo fuera. No es difícil. Su canditato, el ex presidente Eduardo Frey, es una figura borrosa que ni ha sabido aprovechar el apoyo popular (77%) con que se despide a su correligionaria y actual presidenta Michelle Bachelet ni ha querido sacar réditos de la revelación de que su padre, el también expresidente Frei Montalva, murió envenenado por los secuaces de Pinochet.

La Concertación, tiene otro candidato: Marco Enrique Ominami, 36 años y oficialsta sin serlo porque se les ha salido del tiesto, "pasando" de la disciplina partidaria y dejándose guiar por su olfato de que aquí ya toca cambio. Pero en Chile, un país geológicamente inestable, con terremotos y sunamis, la política procede con pies de plomo y mira al suelo en vez de al cielo.

La prudencia ha dado muy buenos resultados, casi milagros, como la cuadratura del círculo que fue hacer una transición a la democracia con el dictador vivo y poderoso. Las utopías, por el contrario, hubo que pagarlas muy caras.

Quizás por eso, al pasado se lo despide lentamente. Hace apenas una semana y después de 36 años, se despedía a Victor Jara. Tal vez esté cerca el último adiós también para la Concertación y su época.

La primera condición es la victoria del empresario y candidato de la derecha Sebatián Piñera. Nunca tuvo tantas posibilidades como ahora.