Alejandro Fernández: "El humor negro siempre ha teñido la música mexicana"
- Califica de ridícula la polémica que ha suscitado su canción "La nalgada"
- En México le han acusado de incitar a la violencia de género
El cantante mexicano Alejandro Fernández ha calificado de "un poquito ridícula" la polémica que ha suscitado una de sus nuevas canciones, titulada "Una nalgada" y que ha sido criticada por algunos colectivos que creen que incita a la violencia de género.
"Nunca quise ofender a ninguna mujer. Las mujeres siempre han sido una musa en mi carrera", ha explicado Alejandro Fernández sobre esta canción, incluida en su nuevo y doble trabajo discográfico, Dos mundos, y en la que canta a una mujer que "por falsa y traicionera" se merece "unas nalgadas (azotes) con pencas (ramas) de nopal".
Una canción que según algunas personas, como la directora del Instituto de las Mujeres de Distrito Federal, Malú Micher, incita a la violencia de género.
Dentro de la picardía y el humor negro de la música Mexicana
Pero que para el cantante sólo habla de forma "metafórica" y dentro de "la picardía", "la alegría" y el "humor negro" que siempre ha caracterizado la música mexicana "de los más grandes, como Jorge Negrete, Marco Antonio Solis o mi propio padre", Vicente Fernández.
Varias decenas de fans han contestado con un fuerte aplauso estas explicaciones que Alejandro Fernández ha ofrecido en Madrid, después de recoger un Disco de Oro por las 30.000 copias vendidas en una semana en España de Evolución, uno de los dos discos que el cantante ha publicado este mes de diciembre.
En Evolución incluye once nuevas canciones de su lado más pop, y en Traición otros once nuevos temas mas vinculados a la música tradicional mexicana y que ha escrito y producido para él el cantautor mexicano Joan Sebastian, autor, entre otros, de "Unas nalgadas", y también otro clásico de la música mexicana, Marco Antonio Solis, dos artistas con los que no descarta hacer una gira.
Su primera actuación fue a los 8 años
"Son dos discos totalmente diferentes", ha explicado este cantante cuya carrera impulsó su padre, que a los 8 años le invitó a cantar junto a él en una actuación en la que acabó llorando porque olvidó la letra.
Tras aquella experiencia, dejó de sentir interés por seguir los pasos de su padre hasta que a los 21 años, convertido en un estudiante de Arquitectura, grabaron juntos un dueto que cambiaría su destino.
Emprendió una carrera en el mundo de las rancheras que después, a mediados de los noventa, decidió extender al mundo del pop romántico.
"El pop me ha abierto muchas puertas, pero, si me viera obligado a elegir, elegiría el folclore mexicano, la música con la que crecí, una música que es muy fuerte y muy pasional", ha contado este cantante que ha estado en las listas de los cincuenta latinos más guapos y que a lo largo de su carrera ha vendido más de diecisiete millones de discos.
Dos discos muy distintos
En Dos mundos, un disco con el que ha emprendido una nueva etapa con un cambio de discográfica (ha fichado por Warner) reúne sus dos facetas y ahora quiere e sean sus fans quienes elijan cual de sus caras les gusta más, aunque a juzgar por las ventas de la primera semana en España es el disco de pop el que se lleva el gato al agua.
El cantante ha asegurado que su padre aún no le ha expresado su opinión sobre su disco de rancheras porque después de sus dos primeros trabajos discográficos él mismo le pidió que le dejara solo para tener toda la responsabilidad de sus éxitos y de sus fracasos.
Desde entonces Vicente Fernández sólo escucha los discos de su hijo una vez que están en las tiendas. "Seguramente ha dado el visto bueno porque mi madre me ha felicitado", ha dicho este artista que estas Navidades seguramente acabará cantando con su padre después de "unos traguitos de tequila" en la cena familiar.