Zapatero condena de forma "firme y tajante" la "vergonzosa" agresión a Berlusconi
- El presidente le ha deseado al primer ministro italiano una pronta recuperación
- El presidente de la UE, Van Rompuy, subraya su "consternación"
- Ambos se han reunido para hablar de las prioridades de la presidencia española
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha condenado junto al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la agresión al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y ha subrayado que la violencia es "incompatible con la política".
Zapatero y Van Rompuy han comparecido juntos ante los medios de comunicación tras reunirse en el Palacio de la Moncloa para coordinar los trabajos del próximo semestre, cuando España asumirá la presidencia rotatoria de la UE.
Ambos han querido condenar el ataque a un miembro del Consejo Europeo y Zapatero ha apostado por ser "muy firmes y muy tajantes" en este caso, porque, ha dicho, "la violencia es detestable en todos los casos" y la agresión física es "incompatible con la política".
"Le deseo a Silvio Berlusconi una pronta recuperación de las lesiones que ha sufrido por esta vergonzosa agresión", ha manifestado.
En la misma línea, el belga Van Rompuy ha mostrado su "consternación" por el "cobarde" ataque registrado en Milán, ciudad en la que estuvo la pasada semana.
El presidente del Consejo, quien ha destacado el profundo impacto que le ha causado la agresión a Berlusconi, ha confiado también en que se restablezca pronto para que retome su tarea como primer ministro.
Papel "protagonista"
Van Rompuy y Zapatero han hablado de la puesta en marcha del Tratado de Lisboa, que implica algunos cambios en el funcionamiento de las instituciones comunitarias, entre ellos la presidencia de las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno, que ejercerá Van Rompuy y no Rodríguez Zapatero.
Dado que Lisboa entró en vigor el pasado 1 de diciembre corresponderá por lo tanto a España aplicar las modificaciones en el semestre en que estará al frente de los trabajos.
Sin embargo, las mismas fuentes consideran que la presidencia española "no creará un precedente" y será más bien una presidencia "de transición" dado que ni Van Rompuy tiene todavía formado su propio equipo ni la nueva Comisión Europea estará en marcha antes de febrero.
En este sentido, las fuentes auguran que España tendrá un papel "más protagonista" del que le otorga el Tratado a las presidencias rotatorias por una cuestión de calendario.