Haidar: "Marruecos quiere mi muerte, ésa es su gloria"
- En una entrevista en un diario argelino, afirma que tiene la "moral muy alta"
- Critica el "predominio de los intereses económicos" en España
Ver también: cronología del 'caso Haidar'/ preguntas y respuestas
La activista saharaui Aminatu Haidar, que cumple 31 días en huelga de hambre en el aeropuerto español de Lanzarote, ha afirmado que Marruecos quiere su muerte y ha denunciado la actitud de las potencias occidentales para las que "los intereses económicos son superiores a los ideales de derechos humanos".
En una entrevista con el diario argelino El Watan, Haidar asegura que la "intransigencia" de las autoridades marroquíes y su rechazo a permitirle regresar a su ciudad de El Aaiún representan una prueba de que el Gobierno de Rabat desea verla muerta.
"Ninguna duda sobre eso. Marruecos quiere mi muerte, es eso lo que quiere, ésa es su gloria. Su testarudez, su huida hacia adelante no pueden ser interpretadas de otra forma", ha recalcado.
La militante de derechos humanos explica que, pese a que su estado de salud es inestable y sufre varias dolencias, mantiene "una moral muy alta" ya que eso le "ayuda a resistir".
"A estas alturas de la huelga, el corazón, los riñones pueden abandonar en cualquier momento. En los próximos días, no respondo de nada", ha dicho.
Las "presiones", sobre Marruecos
Haidar lamenta que las potencias mundiales ejerzan sobre ella múltiples presiones para concluir su huelga de hambre "que deberían ejercer sobre Marruecos", al tiempo que se ha mostrado determinada a continuar su protesta.
"Mi resolución es firme. Me he dado cuenta desde que he comenzado esta huelga- en España, un país defensor de los derechos humanos- del predominio de los intereses económicos. Éstos últimos son decididamente superiores a los ideales sagrados de los derechos humanos", afirma, aunque añade que mantiene una "total confianza" en la solidaridad internacional.
Respecto a las acusaciones marroquíes sobre que su caso es una "manipulación orquestada por Argelia y el Frente Polisario", la activista considera que se trata de "alegaciones infundadas" de Rabat para "camuflar sus crímenes".
"Si existe un complot, no puede ser otro que marroquí-español. España ha aceptado mi expulsión de El Aaiún cuando ésta es ilegal y contraria al pacto de derechos civiles y políticos de Naciones Unidas", ha afirmado.
"Situación dramática" del Sáhara
Haidar enmarcó su situación en el contexto general del Sáhara Occidental y subrayó que lo que pasa con ella "no es más que una vaga apreciación de la situación dramática, alarmante que prevalece en los territorios ocupados" y la de un pueblo "dividido" entre el "yugo de la ocupación" y las "difíciles" condiciones de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia).
"Considero que el silencio de la comunidad internacional ha ido más allá de todos los límites. El pueblo saharaui no puede soportarlo más. La comunidad internacional no debe permanecer indefinidamente impasible, con las manos cruzadas, ante una situación de violación del derecho internacional", ha insistido.
Aún así, la militante pacifista confía en que el Frente Polisario no regrese a la lucha armada y destaca que "la guerra no arregla ni los intereses del pueblo saharaui ni los del pueblo marroquí, que es también víctima".
Sin embargo, ha recalcado que la decisión de volver o no a las armas depende del movimiento independentista, "el sólo y único representante legítimo del pueblo saharaui".
"Yo lanzo un llamamiento a la comunidad internacional para encontrar, con toda urgencia, una solución para poner fin a este conflicto y no empujar al Frente Polisario a retomar la lucha armada", ha advertido.