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Berlusconi asegura a su salida del hospital que seguirá adelante con más fuerza

  • Dice que se lleva de estos días el amor de muchos y el odio de unos pocos
  • Ha pedido un clima político más tranquilo
  • Ha salido del hospital tras cuatro días ingresado

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Berlusconi ha salido esta mañana del hospital de Milán

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien ha abandonado el hospital tras la agresión sufrida el pasado domingo en Milán, asegura que el recuerdo que le quedará de estos días será las muestras recibidas de odio por parte de "unos pocos" y de amor por parte de "muchos", comenta el mandatario en un comunicado de prensa.

"A unos y a otros hago la misma promesa: seguiremos adelante con más fuerza y determinación que antes, por el camino de la libertad. Se lo debemos a nuestro pueblo, se lo debemos a nuestra democracia, en la que no prevalecerán ni la violencia de las piedras, ni aquella peor, la de las palabras", agrega.

Berlusconi reconoce además en el texto que en los últimos días ha sentido "cercanos" también a algunos líderes políticos de la oposición italiana.

"Si de lo que ha ocurrido sale una mayor consciencia de la necesidad de un lenguaje más calmado y más honesto en la política italiana, entonces este dolor no habrá sido inútil", afirma Berlusconi.

Con una venda en la nariz y otra en la mejilla

El primer minsitro italiano salió del coche que se desplazaba con lentitud y con una venda   en la nariz y otra en la mejilla. Así se entreveía a Silvio Berlusconi   tras los cristales del coche en el que ha salido de la clínica.

Ésta parecía la historia del "Nunca jamás". Pero finalmente, sí: Silvio Berlusconi abandona el hospital pero con la severa recomendación de que permanezca entre 10 y 15 días sin   realizar actividad pública. Se antoja   una petición que no cumplirá.

El último día que permaneció hospitalizado, lo pasó con continuas llamadas de telefoneó a sus colaboradores, contacto con la cámara de diputados donde se votaban los presupuestos generales del estado e, incluso, en varias ocasiones, apremió a los médicos para que le   permitieran abandonar la clínica.

Incluso hubo algún momento en la noche en que se disgustó cuando escuchó   en   una televisión decir que era él   quien ejercía la violencia en el país.

Empieza la segunda fase de la recuperación que tendrá parada   también en la clínica   suiza "Ars Médica", en la localidad de Ticino para borrar cualquier rastro   visible de la agresión.

Lo cuenta el diario "Le Matin". En esa misma clínica ya ha estado ingresado Silvio Berlusconi en 2003 para someterse a diversas intervenciones de cirugía estética