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Condenado a cadena perpetua por asesinar a su hija en un "crimen de honor" en Reino Unido

  • Mehmet Goren asesinó a su hija porque desaprobaba a su novio
  • El crimen se cometió hace casi 11 años y el cadáver no ha sido encontrado

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Mehmet Goren ha sido condenado a un mínimo de 22 años por asesinar a su hija, una estudiante musulmana de 15 años, en un "crimen de honor".

Tulay Goren, que llegó a Gran Bretaña procedente de la región kurda de Turquía, desapareció de su casa en Woodford Green, al norte de Londres, hace casi 11 años y su cuerpo nunca ha sido encontrado.

Su padre, Mehmet, de 49 años, ha sido declarado culpable de su asesinato, después de que desaprobara una relación que la joven mantuvo con un hombre que le doblaba la edad y que pertenecía a una rama diferente de la religión islámica.

Los hermanos de Mehmet, Cuma Goren, de 42 años, y Ali Goren, de 55, ha sido declarados inocentes en la Fiscalía del Tribunal Penal Central británico -más conocido como Old Bailey- de la misma acusación.

El ex novio de Tulay, Halil Ünal, que sobrevivió tras ser atacado con un hacha por Mehmet, todavía teme por su vida. Los tres acusados han sido absueltos de conspiración para asesinarlo.

Maltratador y adicto al juego

En el juicio se ha definido a Mehmet Goren, un musulmán chiíta, como un adicto al juego y un psicótico que regularmente maltrataba a su mujer y a su familia. En una ocasión intentó gasearles a todos para acabar con sus vidas y también trató de asesinar a su esposa Hanim inyectándola veneno para ratas.

Han sido esos 30 años de tormento los que han llevado a Hanim a recobrar la valentía suficiente para condenar a su esposo por el asesinato de su hija.

El tribunal ha escuchado que Mehmet mató a la adolescente a causa de su "condenado romance de Romeo y Julieta" con Halil que él y otros familiares desaprobaban.

Estaba obsesionado con él, pero su padre ha afirmado que el asunto convirtió a Tulay en una "mercancía sin valor", porque no podía casarla por 5.000 euros.

El fiscal Jonathan Laidlaw ha declarado que el caso es "un terrible recordatorio de lo que los delitos de honor pueden implicar" y una "llamada de atención" a la existencia del problema en este país.

No ha revelado dónde enterró el cuerpo de su hija

La esposa de Mehmet asegura que ahora que viven con miedo, después de que ella lo acusara como el asesino de su hija, diciendo que él se había "tragado" a Tulay.

Mehmet se desplomó en el banquillo cuando ella comenzó a mostrar pruebas en su contra y llegando a gritar a su marido, en un momento de angustia y desesperación, que le dijera lo que había hecho con Tulay.

¿Cómo puede un padre coger un cuchillo y asesinar a su propia hija?, se pregunta el fiscal.

"¿Cómo un padre puede coger un cuchillo y asesinar a su propia hija. Es algo que es realmente imposible de entender", ha manifestado Laidlaw.

Después del juicio, Nuray Guler, la hermana mayor Tülay, pidió a su padre que le dijera a la familia dónde estaba enterrada.

"Para mi padre, sólo tengo una petición. Pido que finalmente revela el paradero de mi hermana", ha exigido Nuray Guler.

"Me despierto de noche pensando en dónde puede estar Tulay. Me pregunto si sufrió o si se imaginaba lo que podría suceder", ha agregado Nuray.

De la etnia kurda de Elbistan en Turquía, Mehmet Goren era un delincuente de poca monta que fue encarcelado por traficar con mercancías robadas y era buscado por una denuncia de intento de violación antes de mudarse a Gran Bretaña, donde solicitó asilo en 1996.

En Gran Bretaña, trabajaba como vendedor de comida rápida a tiempo parcial, pero apenas era capaz de mantener a su esposa y a sus cuatro hijos por su adicción al juego.