Haidar proclama la "victoria del pueblo saharaui" y ya vuela rumbo a El Aaiún
- Abandona el hospital de Lanzarote rumbo al aeropuerto
- Allí le han recibido 300 personas entre gritos y vítores
- Ya está dentro del avión, que se dispone a despegar
- El Gobierno publica un comunicado pidiendo a Mohamed VI que la acepte
Ver más: Cronología del caso / Preguntas y respuestas
La activista saharaui Aminatu Haidar por fin vuela rumbo a El Aaiún tras 32 días de huelga de hambre tras abandonar el hospital de Lanzarote proclamando la "victoria de la causa saharaui" por su regreso.
Su avión se ha perdido en la noche de Lanzarote tras despegar desde la T2 del aeropuerto, donde más de 300 personas han recibido con vítores y aplausos a la activista saharaui Aminetu Haidar en el aeropuerto, donde se han escuchado gritos de "victoria" y "Sáhara libre vencerá" para despedirla.
"Esto es una victoria para el derecho internacional, para la justicia internacional y para la causa saharaui", ha explicado la activista, que ha salido en silla de ruedas de su habitación rumbo a la ambulancia que le llevaba rumbo al Sáhara Occidental.
Haidar ha concretado que si ocurre lo que pasó hace quince días, cuando Marruecos no le dejó despegar cuando estaba montada en el avión, esta vez no se bajará y seguirá en él su huelga de hambre.
Marruecos acepta "sin condiciones"
El Gobierno de Marruecos habría aceptado "sin condiciones" de ningún tipo para Aminetu Haidar el regreso a su hogar en El Aaiún, según el presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara de España y miembro de la Plataforma de Apoyo a Aminatu Haidar, Carmelo Ramírez.
Así, la activista no tendrá que pedir perdón al Rey de Marruecos, Mohammed VI, ni reconocer públicamente su nacionalidad marroquí, tal y como diferentes ministros del reino alauita le habían reclamado en las últimas semanas.
Con todo, a última hora de la noche el gobierno español ha hecho público un comunicado en el que le pide al rey que acepte la vuelta de Haidar, reconoce que la ley marroquí es la que impera en el Sáhara Occidental y muestra su predisposición para retomar las conversaciones sobre el Sáhara en las próximas semanas.
Francia también ha emitido un comunicado apoyando la autonomía del Sáhara aplicando la legislación marroquí a la espera de una solución y ha pedido que el Rey de Marruecos devuelva a Haidar su pasaporte marroquí a su "llegada al territorio del Reino".
Mohamed VI ha informado a Sarkozy por mensaje que con estas condiciones Haidar puede regresar a Marruecos.
Sobre la forma en que se producirá el retorno, Ramírez detalla que recibirá un salvoconducto para viajar de manos de un alto cargo del Gobierno.
De esta forma culmina una intensa jornada, en la que las intensas gestiones diplomáticas a varias bandas entre la diplomacia española, la Unión Europea, Estados Unidos y Marruecos han cristalizado en una solución de compromiso.
Huelga de hambre hasta el final
Haidar ha atendido a los medios de comunicación a las 21.25 hora local (22:25 hora peninsular) en el propio centro hospitalario antes de salir en dirección al aeropuerto.
La activista ha adelantado que lo primero que hará cuando llegue al sáhara será abrazar a su madre y a sus dos hijos y que no abandonará la huelga de hambre hasta que llegue a su casa.
Además, informaba de que en el avión que trasladará a Aminetu Haidar viajan su hermana Laila Haidar y el doctor Domingo de Guzmán Pérez Hernández, que la atendió en sus primeras semanas de huelga de hambre.
24 horas de infarto
La jornada arrancaba con las informaciones de que enviados del rey de Marruecos, Mohamed VI, habían acudido a Washington para contactar con diplomáticos estadounidenses y buscar una solución que está perjudicando también su imagen internacional y ha reavivado las reclamaciones de una solución al conflicto del Sáhara.
Por la mañana, un ministro marroquí reconocía que Haidar había colocado a su país en una "situación difícil". Poco después, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguraba que veía "mejor" una posible salida a la crisis.
Sin embargo, la señal definitiva no llegaba de Madrid ni de Rabat sino de Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo votaba a iniciativa del líder del grupo socialista que se paralizase la aprobación de una moción contraria a Marruecos para no enturbiar el posible final de las negociaciones, que vislumbaraba hoy mismo.
Por la tarde, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, interrumpía su comparecencia para retomar las intensas negociaciones diplomáticas que han llevado a la llegada del avión a Lanzarote y el regreso de Haidar a su tierra.
En ese mismo foro, Moratinos reconocía que Marruecos le informó un día antes de su intención de expulsar a Haidar, lo que ponía en evidencia la postura española de dejar entrar a la activista en España.
Llegada irregular
Así arrancaban 32 días de protesta por su expulsión de Marruecos, donde la Policía le arrebató de pasaporte y la envió de vuelta a España, de donde procedía al hacer escala de recoger un premio en Estados Unidos.
Las autoridades españolas aceptaron su entrada en territorio español pese a que no tenía pasaporte, mientras Marruecos no permitió su regreso. Entonces arrancaba una huelga de hambre que ha puesto en jaque las relaciones entre ambos países y le ha provocado no pocos quebraderos de cabeza al Gobierno, que ha sido criticado en bloque por la oposición.
Desde el inicio de su huelga de hambre, el gobierno le ofreció la opción de tramitarle un nuevo pasaporte marroquí, que se acogiese al estatuto del refugiado o incluso un pasaporte español, opciones que rechazó la activista, que insistió en que quería volver "con o sin pasaporte".
Su situación parecía que se desbloqueaba hace dos semanas, cuando Haidar entró en un avión medicalizado junto al jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, una diputada socialista y su médico, pero el avión no llegó a despegar por no recibir la autorización de la torre de control del El Aaiún.
Ingreso en el hospital
Marruecos negó todo acuerdo y se enquistó en las acusaciones a Haidar, presentándose como víctima de la activista junto al Gobierno español.
Mientras tanto, la salud de la activista se iba deteriorando, hasta el punto de que el pasado miércoles ingresó en el hospital de Lanzarote por propia iniciativa al empezar a vomitar sangre, aunque asegura que está preparada para volver.
Ahora va camino de su tierra con la doble satisfacción de haber conseguido regresar sin arrodillarse frente a Marruecos y de haber devuelto la pujanza internacional al conflicto saharahui. Eso sí, no tendrá mucho tiempo para regocijarse en él: cuando pise El Aaiún y los focos se alejen volverá la lucha sorda sin saber qué sorpresa le tendrá preparada Marruecos.