Enlaces accesibilidad

Rusia y EE.UU. aplazan hasta después del Año Nuevo la firma del nuevo START

  • Según Rusia, esto no significa que hayan surgido obstáculos insuperables
  • La principal discrepancia, la falta de acuerdo sobre el número de proyectiles

Por
El tratado se lleva a cabo en conformidad con la instrucciones impartidas por los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y EEUU, Barack Obama.
El tratado se lleva a cabo en conformidad con la instrucciones impartidas por los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y EEUU, Barack Obama.

El Kremlin y la Casa Blanca han decidido aplazar hasta después del Año Nuevo la firma del nuevo tratado de desarme nuclear que debe sustituir al START, vencido el 5 de diciembre, según han informado fuentes de la Presidencia rusa.

"La firma no tendrá lugar en diciembre. Esto no significa que hayan surgido obstáculos insuperables, pues las negociaciones avanzan y todos desean llevarlas hasta el final", citó el diario "Kommersant" las palabras de un alto funcionario del Kremlin.

La fuente indicó que el texto del nuevo acuerdo que redactan los negociadores de ambos países en Ginebra "está casi totalmente concordado y sólo se necesita un pequeño trabajo final", pero eludió vaticinar posibles fechas para la suscripción del documento.

La Casa Blanca y el Kremlin descartaron estos días la posibilidad de que los presidentes estadounidense, Barack Obama, y ruso, Dmitri Medvédev, firmen el nuevo tratado esta semana durante la cumbre del cambio climático en Copenhague.

Obama y Medvédev acordaron el pasado día 4 prorrogar la vigencia del START y expresaron su compromiso a suscribir "lo antes posible" un pacto que lo sustituya.

Las principales discrepancias

Entre las principales discrepancias el experto mencionó la falta de acuerdo sobre el número de vectores o portadores de las cabezas nucleares, que Obama y Medvédev acordaron en julio pasado reducir hasta entre 1.000 y 500 proyectiles.

El especialista indicó que al comienzo de las negociaciones EE.UU. propuso una reducción aún más radical, hasta los 1.100 portadores, mientras que Rusia puso como tope 500, y todavía sigue rechazando la última cifra de 800 que sugiere la delegación norteamericana.

Entre otros problemas el experto citó la falta de claridad sobre cómo contabilizar los bombarderos pesados y sobre cómo cumplir el deseo de Moscú de enlazar en el texto los armamentos estratégicos ofensivos con los defensivos, es decir con la defensa antimisiles.

En una reunión en Moscú el pasado julio, Obama y Medvédev acordaron que el nuevo tratado, que tendría una vigencia de diez años, reduciría el número de cabezas nucleares de cada país a una cifra entre las 1.500 y las 1.675 en sus primeros siete años.