Berlusconi, "mejor y más reconfortado" en su primer día en casa
- Su portavoz ratifica que " se va sintiendo más fuerte" en su residencia
- Ya ha recibido a miembros de su partido y a su abogado
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se encuentra "mejor y más reconfortado" después de pasar su primer día en casa tras cuatro noches en el hospital, donde estuvo ingresado por la agresión que sufrió el pasado domingo en Milán, según ha explicado el subsecretario de Gobierno, Paolo Bonaiuti.
"El golpe ha sido fortísimo, pero los dolores están pasando y poco a pocos se va sintiendo más fuerte. Puedo confirmar su gran determinación y su optimismo", ha añadido Bonaiuti en una entrevista televisiva.
También la primogénita de Berlusconi, Marina, confirmó que el mandatario italiano se encuentra "mejor".
Berlusconi, que llegó este jueves a su mansión en Arcore, a las afueras de Milán, ha recibido la visita del portavoz en el Congreso de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), Fabrizio Cicchitto, y de su abogado Niccolò Ghedini.
El primer ministro cenará el próximo domingo cenará con el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, partido aliado, y otros líderes de esta formación, como el ministro de Simplificación legislativa, Roberto Calderoli. También está previsto que le visite en los próximos días el titular de Economía, Giulio Tremonti.
Apariciones canceladas
Los médicos han recomendado a Berlusconi quince días de reposo absoluto, y por el momento han sido canceladas todas sus apariciones públicas, entre ellas la habitual rueda de prensa de fin de año y la visita el 25 de diciembre a L'Aquila para saludar a los damnificados por el terremoto del pasado abril.
Cuando abandonó el hospital San Raffaele de Milán, Berlusconi llevaba una llamativa venda que le cubría la nariz y parte de la mejilla. Antes de llegar a su residencia pasó por un dentista para que le reconstruyese los dos dientes que se rompieron en el ataque.
Il Cavaliere resultó herido el pasado domingo tras un mitin en la Plaza del Duomo de Milán, cuando Massimo Tartaglia, una persona con problemas mentales, le arrojó una estatuilla que representaba la catedral de la ciudad y que se vende como recuerdo para los turistas.
El objeto impactó en la cara del primer ministro y le produjo la rotura parcial del tabique nasal y de dos dientes, así como un profundo corte en el labio, que ha necesitado varios puntos de sutura.