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Moratinos garantiza que España no hará la "competencia" a los nuevos dirigentes

  • Ha explicado que la innovación y la igualdad serán los dos "principios transversales"
  • Ha ofrecido una presidencia española "complementaria y que dé apoyo"

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El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante una rueda de prensa para presentar la presidencia española de la UE durante el primer semestre de 2010 en Bruselas
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante una rueda de prensa para presentar la presidencia española de la UE durante el primer semestre de 2010 en Bruselas

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, ha explicado que la innovación y la igualdad serán los dos "principios transversales" de la presidencia española de la UE (durante el primer semestres de 2010) y aseguró que "no será una presidencia nacionalista, sino europeísta" que complemente y no compita con los nuevos cargos creados por el Tratado de Lisboa.

Moratinos ha aclarado que el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de su Ejecutivo es que no haya "competencia" con los "nuevos dirigentes" de la UE, en referencia del presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy, y de la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton.

El jefe de la diplomacia española ofreció una presidencia española "complementaria y que dé apoyo" a las nuevas instituciones y personalidades europeas que estarán "al frente" para "dirigir, impulsar y representar" a la Unión. "Eso sí, la presidencia española no va a renunciar a sus responsabilidades (...) y lo hará con modestia, discreción, trabajo y apoyo", insistió.

El titular de Exteriores viajó este viernes a Bruselas para presentar las prioridades de la presidencia rotaria, que resumió en cuatro ejes: la puesta en marcha del Tratado de Lisboa, "con eficacia, suavidad y determinación"; facilitar la salida de la crisis, para la que hará falta mejor "coordinación"; los derechos de los ciudadanos y especialmente la lucha contra la violencia de género; y, por último, la política exterior con Oriente Próximo, América Latina y el capítulo de ampliación entre sus prioridades.