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El Senado de EE.UU. vuelve a debatir la reforma sanitaria de Obama

  • La Casa Blanca pide a la Cámara Alta que respalde la reforma
  • Los demócratas ya tienen los 60 votos necesarios para sacarla adelante

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El Senado estadounidense  ha retomado el debate sobre el proyecto de ley de reforma sanitaria, después de que la Casa Blanca haya instado a la cámara a respaldarlo en medio de una fuerte oposición de los republicanos.

Éstos consideran la reforma un "desastre" y han recibido la réplica en forma de crítica del ala liberal demócrata, que considera que la reforma ha quedado aguada.

Así comienza una jornada de 36 horas clave para confirmar el éxito de la reforma, ya que los demócratas pueden contar con el mínimo de 60 votos para aprobar la medida, que es una prioridad para el presidente del país, Barack Obama.

La primera votación se producirá a la 1.00 hora local, las 6.00 de la mañana hora española, mientras que el lunes se celebrarán las dos siguientes.

La Casa Blanca espera aprobar la reforma sin sobresaltos

El principal asesor político de la Casa Blanca, David Axelrod, ha declarado que la medida, tal y como está, representa un compromiso y como tal no es perfecta, pero sí es un gran paso adelante y podrá sufrir mejoras en el futuro.

Según ha puntualizado a la NBC, "Está a años luz de como estábamos hasta ahora". "Creo que vamos a poder lograrlo", y ha insistido en que "el Congreso va a aprobarlo".

El vicepresidente, Joe Biden, ha agregado que "es una medida muy buena", en un artículo de opinión que publica el diario 'The New York Times'.

Los nubarrones se han despejado para que la reforma salga adelante desde que el senador demócrata Ben Nelson anunció que daría su apoyo a la medida, con lo que los demócratas se han asegurado, salvo sorpresas de última hora, que el trámite saldrá adelante en la Cámara Alta.

Nelson ha condicionado su apoyo a que se introduzcan algunas reformas en la ley, como el aumento de fondos para su propio estado, Nebraska, y que se restrinjan los fondos destinados al aborto.

Los demócratas quieren aprobar la medida antes del día de Navidad, por lo que las votaciones se podrían extender hasta el mismo día de Nochebuena.

Una reforma recortada pero novedosa en EE.UU.

La última versión que será aprobada para instaurar un sistema público de salud en el país elimina la creación de una opción pública, que habría competido directamente con los seguros privados.

Sin embargo, las aseguradoras privadas podrán ofrecer planes de cobertura en todo el país, sin tener que estar sometidos a las regulaciones de cada estado.

Una de las novedades que más ha irritado a las aseguradoras es que ya no podrán rechazar a los que ya padezcan enfermedades antes de contratar el seguro sanitario, algo que se impone de forma inmediata para los niños y de forma progresiva, hasta 2014, a toda la población.

La ley excluye que estos beneficios se extiendan a los inmigrantes ilegales e impone límites a los beneficios de estas compañías.

Los republicanos se opondrán hasta el último momento

Los republicanos han criticado con dureza la reforma, que consideran "un desastre histórico", según ha afirmado su líder en el Senado, Mitch McConnell.

En declaraciones a la cadena conservadora Fox News, el senador John McCain, antiguo rival de Obama en las elecciones presidenciales, ha reconocido que los demócratas contarán con los votos necesarios para aprobar la la medida, aunque ha advertido que los republicanos intentarán bloquearla a toda costa.

"Seguiremos luchando hasta el último voto", ha asegurado el ex candidato presidencial republicano.

Una vez que el Senado apruebe su versión de la reforma sanitaria tendrá que armonizarla con la versión que ya aprobó el mes pasado la Cámara de Representantes, antes de de poder enviar el proyecto de ley definitivo a la Casa Blanca para su promulgación.