La erupción del Mayón, cada vez más cerca
- Han aumentado las explosiones en su interior y los chorros de lava
- Se han registrado casi 2.000 explosiones desde la mañana del domingo
La actividad del volcán Mayón en la región central de Filipinas sigue en aumento con explosiones en su interior y chorros de lava que salen por encima del cráter, por lo que una erupción esta cada vez más cerca, han informado los vulcanólogos.
En las últimas 24 horas, ríos de lava fluyen sin interrupción a lo largo de tres gargantas del monte y durante la noche se escucharon cientos de temblores, según el último parte del Instituto de Vulcanología y Sismología (Philvolcs).
Fuentes de magma hierven ya a menos de 200 metros del cráter, se han registrado casi 2.000 explosiones desde la mañana del domingo y las emisiones de gases tóxicos como dióxido de azufre superan ya las 6.000 toneladas diarias, lo que presagia una erupción inminente.
Las autoridades elevaron ayer domingo a 4 el nivel alerta y ampliaron a un radio de diez kilómetros respecto al cráter el perímetro de seguridad después de que el Mayón experimentara un gran aumento de su actividad.
Evacuados 40.000 residentes
Ante esta situación, ya se ha evacuado a 40.000 residentes, cerca del 80% de la población y decenas de miles de máscaras de gas fueron distribuidas a los centros de acogida.
El gobernador de la provincia filipina de Albay, Joey Salceda, ordenó el despliegue de cientos de soldados para impedir que los campesinos regresen por la noche e intenten penetrar dentro de la zona protegida para atender a sus cultivos, pues la alerta coincide con la época de recogida de la siembra.
Los vulcanólogos creen que el volcán entrará en erupción en cualquier momento en las próximas dos semanas, y cuando ocurra la explosión, el monte expulsará una columna de humo y ceniza de diez kilómetros de altura.
Sin embargo, el mayor riesgo no es ése sino los escombros y lava que se acumulan en las faldas del Mayón.
La última erupción en 2006
Las autoridades recuerdan que en 2006, la última erupción del volcán no causó víctimas mortales pero sí dejó una gran acumulación de restos que luego se convirtieron en barro por las lluvias y arrastrados por un tifón, enterraron a 1.300 personas en la ciudad de Legazpi y alrededores.
En estos momentos, el río de lava alcanza ya los cinco kilómetros de longitud, las columnas de ceniza superan los dos kilómetros de altura y también preocupan los fragmentos humeantes de rocas que caen hasta una distancia de unos tres kilómetros del cráter.