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Uribe ordena el "rescate militar" del gobernador colombiano de Caquetá secuestrado por las FARC

  • El presidente organiza el rescate militar también de los demás secuestrados
  • Uribe ha afirmado que es hora de tener "firmeza" con los terroristas

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Uribe ordena al Ejército que no escatime esfuerzos para conseguir la liberación del gobernador

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha asegurado que ha llegado la hora de tener "firmeza" para organizar el "rescate militar" del gobernador del Caquetá, secuestrado anoche en un asalto atribuido a las FARC, y de todos los rehenes en poder de esa guerrilla.

"No podemos seguir pendientes de los caprichos de los terroristas. Es la hora de tener firmeza para avanzar en el rescate militar de los secuestrados", ha afirmado Uribe en una breve declaración a la prensa en la Casa de Nariño, sede del Gobierno.

El mandatario ha explicado que ha pedido a las fuerzas militares y a la Policía que hagan "todos los esfuerzos" necesarios para rescatar al gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, y a los demás rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Cuéllar, quien cumple 69 años precisamente este martes, fue secuestrado por quinta vez anoche en Florencia, la capital del departamento provincial del Caquetá, por presuntos rebeldes de las FARC en un asalto en el que murió un policía.

"Fue sacado a la fuerza de su domicilio", ha explicado a la prensa el secretario de Gobierno del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, quien ha indicado que los atacantes eran hombres que "vestían prendas exclusivas del Ejército Nacional y que, al parecer, son de las FARC".

El Gobierno ha ofrecido más de 350.000 euros de recompensa por información que permita dar con los autores del secuestro de Cuéllar, cometido el mismo día en que se cumplían doce años de la toma como rehenes por las FARC del cabo Pablo Emilio Moncayo y el también militar José Libio Martínez, que son los cautivos de las FARC que llevan más tiempo secuestrados.

Tiene 69 años y está enfermo

La esposa del último rehén colombiano, Imelda Galindo, ha explicado que los cuatro secuestros anteriores obedecieron a la condición de ganadero de su esposo en el Caquetá, un extenso y selvático departamento del sur del país en el que tienen fuerte presencia las FARC.

Galindo ha declarado que su marido fue sacado de su casa a la fuerza en la noche del lunes por un grupo de hombres que lanzaron explosivos contra la vivienda mientras la familia dormía.

En la acción murió un policía y resultaron heridos otros dos agentes que actuaban de escoltas del gobernador, según fuentes policiales.

"El ya estaba acostado, cuando escuchamos la explosión me dijo que me tirara el piso", ha recordado Galindo, quien ha matizado que se lo llevaron en pijama y descalzo.

La esposa del gobernador ha aclarado, además, que su esposo está enfermo de una pierna y la columna vertebral, sin dar detalles sobre el alcance de las lesiones.

"Dolor" y "desesperación" ante el secuestro

El ministro de Defensa, Gabriel Silva, el comandante de las Fuerzas Armadas, general Freddy Padilla, y el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, han viajado a Florencia para coordinar los operativos tendentes a al rescate de Cuéllar.

Tras afirmar que el secuestro del gobernador le produce mucho "dolor" y "desesperación", Uribe ha denunciado que su captura es obra de los "mismos bandidos que quieren hacer de la liberación de los secuestrados un show".

El mandatario ha aludido así al anuncio que hicieron las FARC en abril pasado sobre su disposición a liberar a Moncayo, a otro rehén que lleva unos meses secuestrado, el soldado Josué Daniel Calvo, y a entregar los restos del capitán Julián Guevara, que murió en 2006 tras ocho años de cautiverio en la selva.

El Gobierno y los rebeldes se han acusado mutuamente durante meses de dilatar las gestiones para llevar a cabo la entrega.

El pasado lunes Uribe afirmó que su Gobierno ha atendido "todas las exigencias" de las FARC.

Entre ellas figura que la senadora opositora Piedad Córdoba participe en la misión humanitaria integrada por la Cruz Roja y la Iglesia Católica que se ha puesto en marcha para coordinar la operación.

Según Córdoba, el proceso aún podría demorarse al menos un mes.

Este martes Uribe ha manifestado "¿Quién le va a creer a esos bandidos? Por favor, no esperemos actos de generosidad, rescatemos militarmente a los secuestrados".