Enlaces accesibilidad

En busca de las partículas hipotéticas que esconden el secreto de la materia oscura

Por

Más del 80% de la masa que forma el universo está en paradero desconocido, perdida. Hace más de 70 años que los físicos teóricos calcularon la existencia de la llamada materia oscura y aún hoy siguen buscándola.

Esta materia perdida se llama oscura porque no podemos verla. Los científicos han corroborado que no se puede detectar con los procesos asociados a la luz, es decir, que no absorbe ni emite radiaciones electromagnéticas, como sucede en la materia que estamos acostumbrados a tratar, la que vemos y tocamos que, creánselo, solo supone menos del 10% de la materia total del Universo.

Una de las candidatas a componer la materia perdida, la materia oscura, son unas partículas llamadas WIMP,siglas en inglés de Partículas Masivas de Interacción Débil.

Si estas partículas existieran, resolverían muchos problemas cosmológicos que traen de cabeza a los científicos

Estas partículas son una hipótesis. No se puede asegurar que existen. Pero por sus características, si existieran resolverían muchos problemas cosmológicos que traen de cabeza a los científicos.

Por eso hay experimentos en marcha para localizarlas. Pero no es fácil puesto que estas partículas (además de no ser detectables con electromagnetismo, como comentábamos) son mucho más pequeñas que un átomo y los atraviesan.

Y encima, se mueven muy despacio, así que si por algún casual chocan con el núcleo de un átomo, el impacto es casi indetectable.

Uno de estos experimentos para localizar las partículas WIMP es el Experimento Criogénico de Búsqueda de la Materia Oscura (el CDMS, por sus siglas en inglés).

Si estos cristales de silicio sufrieran un impacto de estas partículas, sería detectable

Se lleva a cabo en la mina Sudán, en Minnesota, Estados Unidos. Allí, se guardan cristales de germanio y silicio a un temperatura muy cercana al 0 absoluto, o sea los -273 grados centígrados, que es la temperatura teórica más baja posible.

Bueno, pues la idea es que si estos cristales sufrieran el impacto de una partícula WIMP, por las condiciones creadas, sería detectable y sería la prueba de su existencia.

Recientemente, se han registrado dos choques, que podrían ser de WIMPS, pero los científicos a cargo del proyecto son prudentes y hasta que no publiquen el estudio no quieren lanzar las campanas al vuelo.

CIENCIA AL CUBO

SUSCRÍBETE al podcast de Ciencia al Cubo, el programa sobre Ciencia de América Valenzuela en Radio 5.