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Obama se muestra satisfecho ante el voto "histórico" a favor de la reforma sanitaria

  • El proyecto ampliará la cobertura médica a 30 millones de estadounidenses
  • Falta que tanto Congreso como Senado armonicen las versiones de la reforma

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Se aprueba en Estados Unidos la reforma sanitaria

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha mostrado su satisfacción ante el "histórico" voto en el Senado a favor de la reforma sanitaria, que busca ampliar la cobertura médica a 30 millones de estadounidenses.

EE.UU. está "finalmente listo para cumplir la promesa" de cambiar un sistema con problemas, ha indicado Obama, quien ha afirmado que espera que la Cámara de Representantes y el Senado lleguen pronto a un acuerdo sobre armonización de las versiones de cada cámara del proyecto para que él pueda promulgar la ley.

El presidente ha pronunciado unas breves palabras desde la Casa Blanca poco después de que el Senado aprobara, por 60 votos a favor y 39 en contra, el proyecto de reforma sanitaria.

La Cámara de Representantes aprobó su versión del proyecto el pasado 7 de noviembre.

Más de 46 millones de estadounidenses carecen de seguro médico

Obama se ha referido a la iniciativa como "la legislación más importante" desde la aprobación del sistema de seguridad social en 1930 y ha Insistido, además, en que la medida aprobada por el Senado incluye las "medidas más severas de la historia" para frenar los abusos del sector de seguros.

El presidente norteamericano ha asegurado que después de lo ocurrido esta mañana, EE.UU. está "increíblemente cerca" de lograr que la cobertura médica sea asequible para la mayoría de los ciudadanos y ha expresado su deseo de que el 2010 sea "finalmente" el año en el que se reformó el sistema de cobertura sanitaria del país.

A diferencia de otros países desarrollados Estados Unidos carece de un sistema de cobertura médica universal.

La Oficina del Censo de EE.UU. calcula que unos 46,3 millones de los 300 millones de estadounidenses carecían de seguro médico en el año 2008.

A eso se suma el fuerte incremento en los costes sanitarios, ya que EE.UU. destina alrededor del 16,2% del Producto Interior Bruto (PIB) a gastos sanitarios, casi el doble que la media de países desarrollados.