Los croatas eligen a su próximo presidente con la adhesión a la UE como cuestión prioritaria
Se espera que los comicios impulsen las ambiciones reformistas del pa
Los croatas acuden este domingo a las urnas para elegir nuevo presidente dentro de unos comicios que la diplomacia internacional espera que sirvan para reimpulsar las ambiciones reformistas del país de cara a su adhesión a la Unión Europea, un proceso que entrará en su recta final a partir del próximo año.
El candidato socialdemócrata Ivo Josipovic parte como favorito en todas las encuestas, pero es muy improbable que consiga la victoria en la primera vuelta, para lo que sería necesario obtener el 50%de los votos. Es muy posible que Josipovic tenga que acabar enfrentado al segundo candidato más votado en un eventual regreso a las urnas el próximo 10 enero.
De los doce candidatos que comparecen, los cuatro máximos favoritos apuestan sin dudas por la integración de Croacia en la UE, que Zagreb espera dar por finiquitada en el año 2012.
El ganador procederá con casi total seguridad o bien de los socialdemócratas o del actual partido de Gobierno, la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ), muy debilitada en estos comicios al contar con tres candidatos "renegados" de los cinco que presenta a los comicios.
La figura del presidente es fundamentalmente ceremonial y sólo sirve de termómetro de la realidad política del país. Goza de limitadas competencias en política exterior, seguridad y defensa, pero carece de poder real para vetar legislación alguna.
Un país conservador
Croacia es un país marcado por el inmovilismo político desde su independencia de la antigua Yugoslavia en 1991, bajo el mandato de Franjo Tudjman. De raíces profundamente católicas romanas, el electorado ha apostado desde el inicio por el HDZ, que ha gobernado el país casi ininterrumpidamente durante los últimos 18 años salvo un breve paréntesis socialdemócrata (2000-2003). Precisamente ese período de tiempo fue aprovechado para encarrilar el proceso de ingreso en la OTAN y la UE. Terminado el paréntesis, la vida política en el país volvió a la "normalidad" conservadora.
Josipovic, en este sentido, es un candidato bastante más débil de lo que se presume. "La verdad es que su potencial para atraer a los votantes rivales es bastante limitado. Probablemente gane en la primera ronda, pero podría tener serias dificultades para conseguir la victoria final", ha explicado el analista político Davor Gjenero.
Durante los últimos años, el HDZ ha logrado asegurar su hegemonía en el poder bien por los errores de su rival, que no ha podido sacudirse la percepción pública de ser el heredero del la tradición comunista, o bien por la falta de votos de la diáspora croata.
Elecciones marcadas por la crisis
En cualquier caso, esta es una elección marcada claramente por la situación económica. El Gobierno de la primera ministra Jadranka Kosor ha incrementado los esfuerzos para luchar contra la corrupción. Gane quien gane, deberá acomodarse a estas iniciativas, según fuentes diplomáticas consultadas, y proseguir la tarea del presidente saliente, Stjepan Mesic, para el desarrollo de las reformas.
"El presidente debe ser la conciencia del país, su imagen en el extranjero. Debería defender la actual iniciativa anticorrupción", ha declarado un diplomático desde Zagreb. Josipovic ha defendido esta iniciativa durante la larga y blanda campaña electoral, pero a juicio de las fuentes consultadas, no se tiene mucha fe en sus posibilidades. "La verdad es que dudo de que las defienda", ha añadido la fuente.
Otros candidatos a destacar son el alcalde de Zagreb y antiguo socialdemócrata expulsado del partido, Milan Bandic, Andrija Hebrang por el HDZ y el empresario y antiguo conservador Nadan Vidosevic.
El analista Gjenero ha indicado además que el futuro presidente croata deberá ser aceptado tanto en Bruselas como en los Balcanes, donde la UE insta a que los Estados ex yugoslavos reduzcan todo lo posible las tensiones étnicas y desarrollen proyectos de cooperación económica y política."Sin embargo", apunta, "parece que todos los candidatos tienen problemas para articular políticas en este sentido, y eso podría mancillar la imagen del presidente".