Madoff regresa a su celda tras pasar diez días hospitalizado

• Fue hospitalizado por una supuesta agresión en prisión
• Su abogado lo desmintió y que sólo sufría mareos y tensión arterial

El ex financiero Bernard Madoff, condenado a 150 años de prisión por haber montado una de las mayores estafas de las que se tiene noticia, ya está de regreso en su celda de una cárcel de Carolina del Norte, después de haber pasado cerca de diez días hospitalizado.

El estadounidense, de 71 años, fue trasladado a un hospital el pasado 18 de diciembre y, según un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones -que no quiso facilitar detalles sobre las causas de la hospitalización-, ya está de regreso en su celda.

Aunque diversos medios de comunicación atribuyeron en su día la hospitalización a una supuesta agresión en prisión, su propio abogado aseguró que no tenía nada que ver con ello y que simplemente sufría mareos y problemas de tensión arterial.

Aún así, la cadena ABC News insistió la semana pasada en que Madoff había sido agredido en prisión y que el ataque incluso le había provocado fracturas en el rostro y las costillas, así como un neumotórax en los pulmones. Esa misma cadena aseguró que el que fuera presidente del mercado tecnológico Nasdaq había sido ingresado en el hospital de la Universidad de Durham y que, tras cinco días allí, fue reenviado al centro penitenciario.

Especulaciones sobre su salud

El New York Post, por contra, aseguró que la hospitalización estaba relacionada con una subida de tensión y molestias en la zona del corazón. Este diario fue el que el pasado verano publicó que el financiero podría padecer un cáncer terminal, un extremo que negaron las autoridades estadounidenses.

El ex financiero ingresó el pasado 14 de julio en el centro penitenciario de Butner, semanas después de que un juez de Nueva York le impusiera una pena de 150 años de cárcel por idear y mantener durante dos décadas un gigantesco esquema Ponzi (piramidal) con el que estafó decenas de miles de millones de dólares.

Esa prisión de Carolina del Norte, que fue construida en 2000 y cuenta con unas 700 camas, figura entre "las diez prisiones más cómodas" del país, según una de las famosas listas elaboradas por la revista económica Forbes.