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Uno de los cooperantes españoles resultó herido en el secuestro y "está siendo atendido"

  • Según un diplomático africano, Albert Vilalta "no se encuentra bien"
  • Tras el secuestro, hace justo un mes, se encontraron casquillos de bala

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Un cooperante español reultó herido en el secuestro en Mauritania

Albert Vilalta, uno de los tres cooperantes españoles en manos de Al Qaeda en Mauritania resultó herido "en el momento del secuestro", el 29 de noviembre, y "está siendo tratado", según ha confirmado el Ministerio de Exteriores. Previamente, una fuente diplomática había indicado que el voluntario "no se encuentra bien". En el lugar aparecieron casquillos de bala.

"Uno de los seis rehenes europeos, en concreto uno de nacionalidad española, no se encuentra bien.  Incluso requiere de atención médica apropiada", había indicado este martes un diplomático de Malí, cuyas autoridades están mediando en el secuestro.

"No quiero decir más, pero esta es la realidad, y esperamos que pronto las cosas mejoren", ha agregado esa fuente citada por la agencia France Presse (AFP).

En una nota posterior publicada por la noche, justo cuando se cumple un mes del secuestro, Exteriores ha confirmado que Vilalta sufrió heridas en esa acción, aunque se ha limitado a añadir que "actualmente está siendo atendido".

Asalto con fusiles

El Gobierno "tuvo conocimiento oportunamente" de su estado de salud e informó a su familia y a las de los otros dos españoles de la ONG de Barcelona Acció Solidaria. "El Gobierno --concluye el comunicado-- continúa realizando las gestiones diplomáticas oportunas para lograr la pronta liberación de los cooperantes españoles secuestrados".

Los secuestradores no han dicho todavía cuáles son sus exigencias.

Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual iban en el último automóvil de una caravana humanitaria de 13 vehículos y fueron asaltados por hombres armados cerca de la localidad de Chelkhett Legtouta, entre Nuakchot y Nuadibú.

Sin pistas fiables y sin reivindicación por el momento, continúan los contactos tanto a nivel político, como de seguridad, diplomáticos y de servicios de información entre España y Mauritania para lograr la liberación de los tres cooperantes de Barcelona Acció Solidària, secuestrados hace una semana. La máxima prioridad es la seguridad de los secuestrados y por eso, repite el gobierno, se está extremando la prudencia y la discreción para que el secuestro se resuelva lo más rápidamente posible. Los indicios de que los tres cooperantes puedan estar en manos de Al Qaeda han encendido todas las alarmas, ya que esa posibilidad podría retrasar la liberación. Informe Semana ha hablado con las familias y con algunos de los responsables de Barcelona Acció Solidària que desde hace nueve años organiza caravanas para abastecer a ONGs que trabajan en África Occidental. (05/12/09).

Según declaró entonces a Radio Nacional el embajador español en Mauritania, Alonso Dezcallar, "el coche apareció con las puertas abiertas, había casquillos de (fusil) kalashnikov alrededor pero no había sangre alrededor". Los integrantes de la caravana escucharon gritar a Roque Pascual "¡militares, metralletas!" antes de que se cortara la comunicación por la emisora.

El embajador en Mauritania en RNE

El diario Público ha informado de que Vilalta recibió "tres disparos de una ráfaga". Citando también fuentes gubernamentales, El País ha precisado que los disparos se produjeron cuando intentó huir y que una bala le dio en el tobillo izquierdo, dos en el muslo de la misma pierna y que tiene el fémur afectado.

Duras condiciones

Este martes, las autoridades de Malí también han indicado a Europa Press que los secuestradores no permanecen "más de dos días" en un mismo lugar y que trasladan continuamente a los rehenes "entre el norte de Malí, el sur de Argelia, el este de Níger y Mauritania" en una una zona de unos 4 millones de kilómetros cuadrados (ocho veces la extensión de España).

Una fuente próxima a las negociaciones citada por AFP detalló que los rehenes y sus raptores recorrieron en un tiempo record unos 2.000 kilómetros para llegar al desierto al norte de Malí. Sin embargo, el Gobierno de Bamako no tiene constancia de que sigan en esa zona.

Este secuestro, así como el de otro cooperante francés raptado unos días antes, fue  reivindicado el pasado 8 de diciembre por Al Qaeda en el Magreb Islámico. Desde entonces, los islamistas no han vuelto a dar noticias de ellos, mientras esta semana han mostrado en un vídeo a una pareja de italianos que fueron secuestrados más tarde.

Los compañeros de los cooperantes secuestrados en Mauritania se habían preparado psicológicamente para que llegaran antes las pruebas de vida de Roque, Alicia y Albert.

El Gobierno español sigue a la espera de que los secuestradores les hagan llegar una "reivindicación específica" en la que detallen las exigencias políticas o monetarias que quieren a cambio de la liberación de los rehenes, según han informado a Europa Press fuentes diplomáticas españolas.

El Ejecutivo precisó en su día que trabaja en contacto con París para lograr la liberación del grupo que --se supone-- forman el francés y los españoles.