Siete espías de EE.UU. mueren en el ataque más grave contra la CIA en Afganistán
- Un suicida se inmola en una base militar que sirve de base a la agencia
- Hasta ahora solo habían muerto cuatro agentes en los ocho años de guerra
- En otro atentado han muerto cuatro soldados y una periodista canadienses
La CIA ha confirmado que siete de sus agentes han muerto y seis han resultado heridos en un atentado suicida cometido el miércoles en la base militar Chapman en la provincia de Khost, en el sureste de Afganistán cerca de la frontera con Pakistán.
Un suicida provisto con un cinturón cargado de explosivos logró infiltrarse en al campamento militar, hiriendo además a seis personas, algunas de gravedad. Los talibanes, que han reivindicado la acción, aseguran que se trataba de un soldado afgano.
Es el golpe más sangriento a la agencia de inteligencia en los ocho años de guerra de Afganistán.
En otro ataque en la provincia de Kandahar, al sur de Afganistán, han muerto cinco canadienses, cuatro soldados y una periodista, lo que también supone uno de los peores atentados contra el contingente de este país norteamericano. El ataque ha sido reivindicado también por los talibanes.
Los siete estadounidenses se hallaban en una base de la provincia de Khost (este) cuando un suicida que consiguió acceder al complejo hizo estallar su carga explosiva, según un portavoz militar de la coalición citado por la agencia France Press. Las fuentes han precisado que no se han visto involucradas tropas de EE.UU. ni de la OTAN.
Tras varias horas sin informaciones precisas, fuentes oficiales han confirmado que los fallecidos trabajaban para la CIA. Hasta ahora, la agencia solo había reconocido la muerte de cuatro espías en ese país desde el 2001, según el Washington Post.
El diario añade que esa base, bautizada Chapman en memoria del primer soldado estadounidense fallecido en este conflicto, sirve como centro de operaciones para la CIA en Afganistán.
Los talibanes reivindican el atentado
Los talibanes han reivindicado el atentado contra la CIA. Su portavoz Zabihullah Mujahid ha explicado a Reuters a través de un correo electrónico, que un "bien vestido" oficial del ejército afgano ha detonado su cinturón de explosivos en un encuentro de oficiales de la CIA.
"Este ataque mortal ha sido llevado a cabo por un valeroso miembro del ejército armado cuando los agentes estaban ocupados consiguiendo información sobre los mujahidin en el gimnasio", ha escrito en el mail.
"El soldado afgano había estado pidiendo una chaqueta suicida a los talibanes desde hacía tiempo. Finalmente, los talibanes se la dieron y llevó a cabo el ataque suicida dentro de la agencia de inteligencia de EEUU en el viejo aeropuerto de Khost", ha precisado un portavoz de la red integrista Haqqani, ligada a los talibanes, Salahuddin Ayubi, citado por la agencia de noticias AIP.
Norteamérica, de luto
Por otra parte, el Ejército canadiense ha informado de la muerte de cuatro soldados y una periodista en la provincia de Kandahar (sur). Las víctimas viajaban a bordo de un convoy militar que se vio afectado por el estallido de un artefacto. Hay la menos otros cuatro soldados heridos.
La periodista fallecida era Michelle Lang, de 34 años de edad, quien trabajaba como reportera para el diario Calgary Herald. Lang gozaba de prestigio profesional en Canadá, especialmente desde que ganó el Premio Nacional de Prensa del país al reportaje más impactante del año 2008.
Los insurgentes talibanes han reivindicado este ataque con bomba, según informa AFP.
En total, han fallecido en Afganistán 138 militares y cuatro civiles canadienses desde el año 2002. El gobierno de Ottawa, que tiene desplegados de 2.800 soldados, tiene previsto poner fin a su misión en el país asiático en el 2011, mientras que la administración Obama ha decidido enviar 30.000 soldados más en un intento por detener la creciente violencia.
Varios aliados de la OTAN también van a aportar más tropas. Entre ellos destaca la aportación de España, que enviará otros 511 soldados que se sumarán al millar actual.
Más bajas civiles
Por otra parte, el mando de la OTAN ha pedido la apertura de una investigación que aclare la posible muerte de civiles, entre ellos ocho menores, en una ofensiva en el este de Afganistán, según han denunciado las autoridades locales.
Aunque la Alianza dice que "no hay pruebas directas que sustenten estas denuncias", las manifestaciones de protesta se han sucedido en las últimas horas en Kabul y otras ciudades.
La OTAN dijo que el pasado 26 de diciembre una fuerza conjunta de las tropas de la coalición liderada por EE.UU. y del Ejército afgano lanzaron una operación en el distrito de Narang, en la provincia oriental de Kunar. De acuerdo con esta versión, los militares entraron en el municipio de Ghazi Khan en busca de un grupo insurgente, y en un tiroteo mataron a "nueve individuos".
Este miércoles, una delegación oficial designada por el presidente Hamid Karzai concluyó que una "unidad" de las fuerzas extranjeras se descolgó de un avión, "sacó a diez personas de tres casas, ocho de ellas escolares" y disparó contra ellas en el distrito de Narang; aunque según este informe la operación tuvo lugar el día 27.
Según la ONU, 1.500 civiles afganos murieron en los primeros ocho meses del 2009 en el conflicto armado, un 23% de ellos en acciones militares de las fuerzas extranjeras y afganas, sobre todo en ataques aéreos.