33 metros de luz y color para decorar Europa
- "Travesías" de Daniel Canogar decorará el atrio del Consejo hasta junio
- Pretende reflejar la rápida evolución del proyecto europeo
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El edificio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas ya tiene el "toque de color" de España. Allí está instalada "Travesías", la pieza que Daniel Canogar ha diseñado para decorar el atrio del edificio Justus Lipsius.
Se trata de una tradición europea, que lleva a cabo cada país que ejerce la presidencia. Con ella quiere transmitir la "veloz transformación" que ha ido sufriendo el proyecto europeo.
Palabras del artista, que ha colgado en el techo del atrio una pantalla de leds de 33 metros de largo por 1,68 metros de ancho. En ellas, y con una forma ondulante, puede verse a gente entrando y saliendo del edificio del Consejo.
En su grabación ha contado con la ayuda de 90 voluntarios que simulan el tránsito por el atrio de la sala.
Evolución europeísta
Canogar asegura estar impresionado por el enorme esfuerzo que llevan a cabo las personas que trabajan en el Consejo. Centenares de políticos, funcionarios y empleados que se esfuerzan día a día para que la aventura europea salga adelante.
Es por eso, explica, que ha creado una especie de "vector" en el que se vea el transitar de gente, de manera que las personas se conviertan en parte de la obra.
Una idea personal del artista, que prefiere que cada uno haga "sus propias interpretaciones" de la pieza.
Todo un "reto" reconoce Canogar, por las especiales características del atrio: techo y paredes acristaladas y un trabajo en altura, que crean una serie de reflejos que impiden distinguir la realidad de la ficción.
Lejos de la polémica
Esta pieza sustituye al "ambiente personal" instalado en el Consejo por la Presidencia Sueca, que había creado "pequeñas salas de estar" para dar personalidad al edificio.
Pero desde luego, está muy alejada de la polémica "Entropa". La obra encargada por la Presidencia Checa durante el primer semestre del año, en la que se daba una visión provocadora de los 27.
Así, por ejemplo, podía verse a Francia representada con un cartel anunciando una Huelga, o la figura de España cubierta de cemento.
Una visión del arte más política que Canogar no comparte ya que él se considera más visual. Eso sí, reconoce que "Entropa" era muy "interesante" desde el punto de vista artístico.
Pero no sólo fue ese el único punto polémico. Todo el mundo creía que se trataba de una obra colectiva entre 27 artistas europeos, y finalmente resultó ser obra del checo David Cerny.