El presidente islandés se niega a firmar la ley que devuelve el dinero a los ahorradores extranjeros
- Es la primera vez que ocurre algo así en 65 años de historia de Islandia
- La ley prevé compensar con 5.000 millones de dólares a Reino Unido y Holanda
- Los islandeses decidirán en referéndum si apoyan al presidente o al parlamento
- Si no se aprueba la ley, Islandia se enfrenta al aislamiento internacional
La negativa del presidente islandés, Olafur Grimsson, a firmar una ley que prevé devolver a Reino Unido y Holanda más de 5.000 millones de dólares de sus ahorradores perdidos tras derrumbarse los bancos islandeses ha abocado al país a un referéndum de resultado incierto que podría aislarle del resto del sistema financiero internacional y frustrar su intento de entrar en la Unión Europea por la vía rápida.
Una encuesta reciente muestra que el 70% de los islandeses está contra la ley, aprobada con alto coste político por la primera ministra socialista, Johanna Sigurdardottir, y que será sometida a consulta popular en un plazo de entre cuatro y ocho semanas.
Indignación en Reino Unido y Holanda
La decisión ha sido recibida con indignación en Reino Unido y Holanda. "El pueblo islandés podría estar diciendo de manera efectiva que no quieren formar parte del sistema financiero internacional", ha declarado el ministro birtánico de servicios financieros, Paul Myners.
Esto significaría, según Myners, que perdería su acceso a los fondos internacional y sería rehuida como socio comercial.
El gobierno holandés se ha mostrado "muy decepcionado" y pediría una inmediata explicación si la ley no se aprobase.
Por su parte, la agencia de calificación Fitcj ya ha reaccionado bajando la calificación a largo plazo de sus bonos hasta el estatus de 'basura'
Solo en una ocasión anterior en los 65 años de historia de esta república escandinava el presidente había rechazado firmar una ley, provocando un referéndum.
"Ahora el pueblo tiene el poder y la responsabilidad en sus manos", ha declarado Grimsson en una conferencia de prensa.
Iniciativa popular
Cerca de un 25% de los votantes islandeses, enfadados con la perspectiva de pagar deudas que considerar injustas y onerosas, habían pedido a Grimsson que rechazase la ley en una iniciativa popular.
Estos ciudadanos acusan a Reino Unido y Holanda de usar su poder de veto en la UE y el FMI para acosar a los contribuyentes del pequeño país para que devuelva los ahorros que se invirtieron de manera imprudente en las cuentas con altos intereses del banco islandés Icesave.
El parlamento aprobó por una estrecha mayoría a finales del mes pasado una versión revisada de la ley que recoge la devolución de estos ahorros, que los críticos dicen que carga con una deuda adicional equiparable al 40% del PIB de la isla -donde viven poco más de 300.000 personas.