El paro no da respiro a Obama
- EE.UU. destruye 85.000 empleos en diciembre
- La tasa de paro se mantiene en el 10%, igual que en Europa
- La revisión de noviembre crea empleo por primera vez en casi 2 años
La economía estadounidense sigue sin levantar cabeza del todo. El pasado mes de diciembre, se destruyeron 85.000 puestos de trabajo, ocho veces más de lo que esperaban los analistas. El repunte contrasta con la creación de 4.000 empleos en noviembre, una vez revisadas las cifras.
La tasa de paro se mantiene en el 10%, a dos décimas del máximo de los últimos 26 años que marcó octubre, e iguala la cifra que sufre la eurozona.
Los economistas calculan que EE.UU. necesita crear 125.000 empleos cada mes sólo para mantener estable la tasa de paro. Por ello, estiman que la tasa puede alcanzar su pico a mediados de año y rondar el 11%.
En conjunto, la Gran Recesión se ha llevado por delante casi 8 millones de puestos de trabajo. El peor mes fue enero de 2009, cuando se destruyeron 741.000 empleos de una tacada. Sólo en 2009, 4.200.000 puestos de trabajo se fueron al garete.
Productividad y estímulos
El dato de paro no da respiro a la administración Obama, cuestionada esta semana por los fallos de seguridad que permitieron que un terrorista de Al Qaeda estuviera a punto de hacer estallar un avión en pleno vuelo.
Queda un largo camino por delante para sanar las heridas dejadas por la recesión económica. El pasado 8 de diciembre, Obama propuso medidas de estímulo adicionales para mejorar las infraestructuras, facilitar el crédito a las pymes y aumentar la eficiencia energética de los hogares. Todo a cuenta del dinero no gastado en el plan de rescate financiero.
Al margen de que el Congreso apruebe esta nueva ronda de gasto, el Gobierno norteamericano guarda otro as en la manga. Este año se elabora el nuevo censo y la oficina encargada de realizarlo tiene previsto contratar a 1.150.000 trabajadores temporales.
En todo caso, ya hay señales de que el sector privado está a punto de crear empleo por sí mismo. La productividad se ha disparado en los últimos meses -8,1% en el tercer trimestre- lo que demuestra que las empresas no tienen plantilla suficiente para hacer frente al repunte de la demanda.