La disputa legal por las bodas gays llega por primera vez a un tribunal federal en EE.UU.
- Los demandantes piden que se anule la Proposición 8, el principal obstáculo
- Será el Supremo quien determine el futuro de las bodas gays en todo el país
La lucha legal entre defensores y detractores del matrimonio entre personas del mismo sexo ha llegado este lunes por primera vez ante un tribunal federal de EE.UU., un proceso que se encamina sin remedio hacia el Supremo, lo que determinará el futuro de las bodas gays en el país.
Los demandantes, dos parejas homosexuales, solicitaron al juez Vaughn R. Walker, del Tribunal Federal del Distrito en San Francisco, que declare inconstitucional la conocida Proposición 8, que fue aprobada en referéndum por los californianos en noviembre de 2008 y sirvió para definir el matrimonio en este Estado como un enlace sólo posible entre un hombre y una mujer.
En su argumentación aseguraron que esa medida atenta contra los derechos fundamentales de igualdad recogidos en la decimocuarta enmienda de la Carta Magna de EE.UU. y se refirieron a la discriminación histórica sufrida por el colectivo de homosexuales y lesbianas en el país, "aunque su orientación sexual no tenga relación con su capacidad para contribuir con la sociedad".
El caso se ha convertido en el siguiente capítulo de una larga batalla judicial que vivió uno de sus momentos más intensos hace dos años, cuando la Corte Suprema de California falló a favor de las bodas gays por considerar su prohibición inconstitucional.
Entre julio y noviembre miles de parejas del mismo sexo se dieron el "sí, quiero" en ese Estado.
Aquella decisión movilizó a las organizaciones más tradicionales de California que lograron suficientes firmas para promover una reforma de la constitución estatal que limitase el concepto de matrimonio a los enlaces entre personas de distinto sexo.
La medida llegó a las urnas con el nombre de Proposición 8 junto a una docena de iniciativas populares de otra índole y fue votada el 4 de noviembre, día de las elecciones presidenciales que ganó Barack Obama.
La última opción: el Tribunal Supremo de EE.UU
Finalmente la Proposición 8 fue aprobada con el respaldo del 52% de los californianos, lo que anuló la sentencia de la Corte Suprema y llevó a los defensores de los matrimonios gays a tomar las calles en señal de protesta y a acudir de nuevo ante ese tribunal para que declarase inconstitucional la medida.
En mayo de 2009, la Corte Suprema de California, sin embargo, dio el visto bueno a la Proposición 8 al considerar que era una iniciativa ciudadana legítima, aunque validó los enlaces de homosexuales que se produjeron durante 2008, algo que no dejó satisfecho a ninguna de las partes enfrentadas.
Ese último revés reabrió el debate en el seno del colectivo gay de California sobre la estrategia a seguir en su lucha por legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Algunos grupos se posicionaban a favor de plantear un nuevo referéndum sobre la cuestión a partir de 2010 tras ver el ajustado resultado de la consulta popular de 2008 y en la creencia de que cada vez eran más los ciudadanos que apoyaban su causa.
Otros estimaron que había que seguir recurriendo por vía judicial, lo que implicaba acudir a instancias federales, un camino de final incierto que podría condicionar el futuro de las reivindicaciones nacionales de la comunidad homosexual.
A pesar de la división, el caso terminó por presentarse ante la Corte Federal del Distrito en San Francisco, donde ha dado comienzo este lunes una vista que podría prolongarse durante tres semanas antes de que el magistrado Walker haga público su veredicto.
Sea cual sea la sentencia, los analistas coinciden en afirmar que la parte derrotada buscará el amparo del Tribunal Supremo de EE.UU., máxima instancia judicial del país ante la que no cabe apelación y cuya decisión sentaría jurisprudencia para todo el territorio.
Actualmente, sólo 5 estados de EE.UU. reconocen el matrimonio para las personas del mismo sexo: Nuevo Hampshire, Vermont, Massachusetts, Connecticut y Iowa.