El juez Grande-Marlaska interroga este martes a Olano por presunta colaboración con ETA

• Ha señalado dos zulos y un local como el lugar donde guardaba explosivos
• Está condenado a dos años por amenazar a la alcaldesa, Regina Otaola

Un furgón de la Guardia Civil traslada a la Audiencia Nacional a Pedro María Olano.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska interroga este martes a partir de las diez de la mañana a Pedro María Olano Zabala, detenido el pasado jueves por la Guardia Civil en Lizartza (Guipúzcoa) por su presunta colaboración con ETA.

Agentes del Instituto Armado registraron el lunes por la tarde, en presencia de Olano, un local en esta localidad vasca durante unos diez minutos, pero no se encontró ni explosivos ni documentación.

El acusado ha señalado este local, junto a dos zulos en montes cercanos, como los lugares en los que guardaba explosivos de la banda armada, informa TVE.

Olano, de 49 años, está pendiente de cumplir una pena de dos años de cárcel por amenazar de muerte a la alcaldesa Regina Otaola, a la que gritó "vas a morir", durante la izada de banderas española, vasca y local en el consistorio, el 7 de septiembre del 2007, durante las fiestas.

El arrestado también fue condenado por estos hechos a una pena de inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo y a indemnizar con 12.000 euros a la alcaldesa.

La detención de Olano, dirigida por el titular del Juzgado Central número 3 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, fue posible después del estudio y el análisis de la documentación intervenida a la dirigente de Segi Irati Mugica Larreta.

Mugica Larreta fue arrestada el pasado 24 de noviembre junto a otra treintena de militantes de la organización juvenil abertzale en una operación que supuso el descabezamiento de la "cantera" de ETA.

La organización, declarada ilegal por el Supremo, estaba intentando ser reconstruida de nuevo. Hay 34 detenidos en varias localidades vascas y navarras.

Transportaba explosivos para la banda

Concretamente, se le acusa de tener vinculación con el coche que la banda terrorista abandonó el año pasado en Salamanca, en cuyo interior se encontró un artefacto con varias botellas de líquido inflamable conectadas a un dispositivo iniciador, un artefacto como los utilizados habitualmente por los miembros de ETA para borrar huellas en los coches que emplea en sus desplazamientos.

Además, actuaba supuestamente de enlace entre el aparato de logística de la banda terrorista y los 'comandos' operativos, transportando material para la comisión de atentados entre España y Francia.