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Irak detiene a 25 personas y se incauta de explosivos para evitar un ataque en Bagdad

  • No se ha dado información precisa del lugar donde se quería atentar
  • La operación militar se ha centrado en la búsqueda de coches bomba

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Un policía usa un escáner para inspeccionar un vehículo en Bagdad
Un policía usa un escáner para inspeccionar un vehículo en Bagdad

Las autoridades de Bagdad han detenido a 25 presuntos terroristas que planeaban atentados en la capital y se han incautado de grandes cantidades de explosivos en varias redadas lanzas esta mañana tras estar la ciudad en máxima alerta de seguridad por la inminencia de un ataque.

El portavoz del centro de operaciones de Bagdad, Qasem Ata, ha declarado que los arrestados querían llevar a cabo ataques en la ciudad, pero no ofreció informaciones sobre los objetivos exactos de estos atentados.

Ata ha añadido que los policías requisaron doscientos kilogramos de TNT, otros materiales explosivos y sesenta proyectiles de mortero.

La capital iraquí ha vivido estrictas medidas de seguridad y fue escenario de una operación militar en los barrios del este y en el centro para permitir a los cuerpos de seguridad buscar coches bomba.

Rumores de golpe de estado

El portavoz del Gobierno iraquí, Ali al Dabagh, ha subrayado en una rueda de prensa conjunta con el portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamed al Askari, que las fuerzas de seguridad disponían de informaciones que han llevado a lanzar esta ofensiva.

Por su parte, Al Askari ha calificado de "graciosos rumores" las informaciones divulgadas esta mañana por algunos medios de prensa sobre un intento de golpe de Estado en Irak, que provocó el refuerzo de las medidas de seguridad.

Estos rumores apuntaban a que el líder político suní Saleh al Mutlak, estaba preparando una asonada como respuesta a la prohibición de que su grupo, el Frente Nacional para el Diálogo, se presentara a las elecciones parlamentarias previstas para marzo, debido a sus simpatías por el antiguo régimen de Sadam.

Las fuerzas de seguridad iraquíes cerraban el acceso este martes a muchas partes de Bagdad y procedían a minuciosos registros tras recibir informaciones sobre la presencia de eventuales coches bomba, indicaron fuentes de seguridad.

El centro de Bagdad paralizado

El centro de Bagdad estaba paralizado y solamente un puente sobre el río Tigris estaba abierto.

La mayoría de los iraquíes se movían a pie en las primeras horas de la mañana, en contraste con la congestión que suele obstruir la ciudad.

Helicópteros sobrevuelan el cielo de la capital.

Los insurgentes y la red Al Qaeda cambiaron recientemente de táctica y decidieron atacar a los símbolos del poder, en lugar de tomar como blanco a las comunidades del país y tratar de lanzar nuevamente una guerra entre las diversas confesiones religiosas.

El 19 de agosto, el 25 de octubre y el 8 de diciembre pasados, coches bomba a menudo conducidos por kamikazes atacaron a los ministerios de Relaciones Exteriores, Finanzas, Justicia, la gobernación de Bagdad y un gran tribunal, dejando al menos 386 muertos y 1.500 heridos.

Después de esos ataques, el gobierno iraquí decidió reforzar la seguridad en la capital y volvió a instalar decenas de barreras de control en lugares estratégicos, bloqueando al mismo tiempo muchas calles.