El pez transparente que enseña su interior
Un pez transparente. Su piel y sus escamas no tienen pigmentos. Es posible ver con nitidez su interior, su corazón latiendo y la sangre corriendo por sus pequeñas venas. Este mágico invento es obra de un equipo de científicos japoneses.
El pez en cuestión es un pez dorado. De esos que pueden ver en cualquier tienda de mascotas. Los normales suelen ser naranjas, negros o blancos con la cabeza roja. Dicen los ingenieros de la Universidad de Mie que lo han creado para evitar (o por lo menos minimizar) la disecciones de estos animales tan apreciados en su país cuando se utilizan en experimentos de laboratorio.
Para crear al pez usaron la cría selectiva. Seleccionaron ejemplares criados en cautividad que tenían la piel 'blanca muy blanca' por efecto, de una mutación. Esos ejemplares los cruzaron e hicieron que criaran. Se espera que crezcan lo mismo que un pez dorado normal, o sea unos 25 centímetros y alcancen los dos kilos de peso. Y también, cómo no que vivan el mismo tiempo: unos 20 años.
Otros animales transparentes
El pez dorado no es el primer animal transparente creado por el hombre. En 2008 se presentó al mundo otro pez con esa característica. Esa vez se trataba de un pez cebra, el típico pez de los laboratorios. En esta ocasión se creó con ingeniería genética. Y hoy se aplican al estudio del cáncer. Sirven para seguir 'en directo' la evolución de un tumor. Lo crearon científicos del Hospital Infantil de Boston, en Estados Unidos.
Y de vuelta a Japón, un equipo de científicos de la Universidad de Hiroshima presentó un año antes, en 2007, una rana transparente. Estas ranitas se prevé que comiencen a venderse el año que viene. Y no solo a laboratorios, también a escuelas , donde ya no tendrán que matar a los anfibios en la clase de biología, y cómo no, en tiendas de mascotas. El precio será de unos 76 euros. El éxito, estoy segura, va a ser rotundo.
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