El primer ministro francés se muestra a favor de una ley que prohíba el burka

• Prohibir el velo islámico no cuenta con la unanimidad del Ejecutivo
• El presidente Sarkozy ya ha expresado su oposición al burka 

El primer ministro francés, François Fillon, se mostrado favorable a una ley que prohíba el burka,  en medio del debate abierto en Francia sobre la conveniencia de legislar sobre esta prenda islámica.

En una reunión con diputados conservadores, el jefe del Gobierno ha fijado la posición de su gabinete, pese a que prohibir el burka por ley no cuenta con la unanimidad de su partido ni del Ejecutivo, según medios franceses.

Fillon ha recordado la oposición del presidente,  Nicolas Sarkozy, al burka y se ha decantado por hacerlo con una ley, similar a la que hace cinco años desterró de los lugares públicos el velo islámico.

"La proposición del Gobierno fue expuesta por el presidente en el Congreso de Versalles (en junio pasado): el burka no es bienvenido en Francia.  El objetivo es hacer lo posible para que no tenga su lugar en Francia", ha recordado Fillon.

Fillon ha apostado por una ley que prohíba el burka, frente a aquellos que consideran que eso sería un mal remedio contra esta prenda que consideran denigrante contra la mujer pero que, según las estadísticas oficiales, apenas 2.000 personas la usan en Francia.

No hay unanimidad ni en el Gobierno ni en la oposición

El jefe del Gobierno ha asegurado que, antes de legislar, sería conveniente adoptar una resolución parlamentaria contra el burka.

Los términos de la ley, ha precisado Fillon, deben ser consensuados por la comisión parlamentaria que trabaja desde el verano pasado sobre el asunto y que debe terminar su trabajo a finales de este mes.

Fillon ha tomado partido por una ley que prohíba el burka pese a que ni en el grupo parlamentario conservador UMP, mayoritario, ni en el Ejecutivo hay unanimidad sobre un texto legislativo que prohíba esta prenda.

El portavoz del grupo parlamentario de la UMP, Jean-François Copé, ha aseguró que se presentará una proposición de ley para multar con 750 euros a toda persona que lleve burka en lugares públicos.

Ese anuncio le valió las críticas de diputados de su propio campo político.

En la oposición tampoco hay una postura unitaria sobre la conveniencia de legislar sobre el burka.