Los cocodrilos comparten la extraordinaria forma de respirar de las aves
- Los antepasado de los cocodrilos dominaron la Tierra porque respiraban mejor
- Solo comparten las aves ese tipo de respiración
'La Gran Muerte'
Hace 250 millones de años, en el periodo Pérmico-Triásico, se produjo una extinción masiva apodada 'La gran Muerte'. Aún no se han averiguado las causas que produjeron la catástrofe. Se barajan volcanismos severos, el impacto devastador de un gran asteroide, cambios en el medio ambiente producidos por la formación de un súper-continente,¿ o alguna combinación de todo esto. Sea cual fuera la causa, el resultado fue la muerte del 96% de la vida en los océanos y el 70% de la vida en la tierra. El planeta tardó 20 millones de años en recuperarse.
Trabajar con caimanes y cocodrilos no parece tarea fácil. Sus poderosas mandíbulas y su fría mirada no les hace precisamente unos gratos compañeros de laboratorio. Sin embargo Collen Farmer, biólogo de la Universidad de Utah (Estados Unidos), confiesa a RTVE.es que "ni tiene miedo, ni le resulta complicado trabajar con ellos. De hecho, cuando lo hace está concentrado en hacer el trabajo bien" y no en la amenaza que pueden suponer estos animales.
Farmer trata con estos reptiles desde hace casi una década. Estudia la evolución del sistema respiratorio de los vertebrados. La revista Science acaba de publicar su fascinante último estudio.
Ha descubierto que los cocodrilos tienen una manera de respirar extraordinaria. Es más eficaz que la de los demás animales de la Tierra, con excepción de las aves (que evolutivamente son sus 'primas').
Esta forma de respirar la han heredado de sus antepasados, los arcosaurios, y determinó que se alzaran como los reyes y señores del planeta cuando el oxígeno era escaso hace cientos de millones de años.
“En esas condiciones su respiración era más eficaz que la de los demás vertebrados de aquellos tiempos“
Tras 'La Gran Muerte' -una de la peores extinciones masivas a las que se ha enfrentado nuestro planeta-, "la Tierra era un lugar seco y templado... y el aire era pobre en oxígeno, probablemente solo contenía un 12%. Hoy en día tiene un 21%", explica el experto. "En esas condiciones, la respiración de los arcosaurios era más eficaz que la de los demás vertebrados de aquellos tiempos". Ellos podían realizar ejercicio intenso y los demás no. Por eso se hicieron dominantes.
Antes de que se produjera el fatal acontecimiento, la Tierra estaba dominada por los sinápsidos. Los más grandes eran del tamaño de un oso. Tras la extinción masiva, los antepasados del cocodrilos ocuparon su lugar y los sinápsidos quedaron a su sombra. En esa época, el más grande era tan solo del tamaño de un gato.
Gracias a su forma de respirar, los arcosaurios conquistaron la tierra, las aguas y el cielo (los pterosaurios, por ejemplo, pertenecían a este grupo). Los únicos descendientes de este tipo de animales que viven hoy en día y que han heredado su forma de respirar son los cocodrilos y las aves.
Los dinosaurios también descienden de ellos y es probable que también respiraran de esa manera. Hasta que no se extinguieron los dinosaurios hace 65 millones de años, los sinápsidos no volvieron a reinar, esta vez, en forma de mamíferos.
¿Cómo respira un cocodrilo?
La respiración tan extraordinaria de los cocodrilos prehistóricos es igual que la de los pájaros actuales. Según explica el biólogo estadounidense, el aire entra por las fosas nasales y se distribuye primero por la tráquea, que se divide en dos ramas, los bronquios, cada uno de las cuales entra en un pulmón. Una vez dentro los bronquios se dividen en unas 23 ramas, llamadas bronquiolos. Hasta aquí, es prácticamente igual a la de los mamíferos. La diferencia comienza ahora.
En el caso de los mamíferos, los bronquiolos terminan en minúsculas bolsas de aire denominadas alvéolos, donde tiene lugar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Sin embargo en el caso de los cocodrilos, el intercambio de gases se produce en tubos, no en la pequeñas bolsitas.
Esto hace al intercambio de gases mucho más eficaz. "Por eso, las aves pueden volar sin problemas de falta de oxígeno a alturas a las que los mamíferos caeríamos en coma", explica el científico.