El miedo a las epidemias se suma a un rescate que se complica con la llegada del tercer día

• Los cadáveres afinados en las calles empiezan a descomponerse
• Las esperanzas de encontrar personas con vida se reducen
• El caos logístico impide que la ayuda llegue a Puerto Príncipe

Una mujer que lee la ficha de identificación de un cadáver

HAITÍ es el país más pobre de América y uno de los que más sufre la crisis alimentaria. La esperanza de vida es de 52 años.

Tiene una población de 8,5 millones de habitantes, de los cuales el 78% sobrevive con menos de dos dólares al día.

Puerto Príncipe, su capital y principal ciudad afectada por el seísmo, tiene un millón de habitantes oficiales y 1,7 en su área metropolitana.

Los cadáveres de las víctimas del terremoto en Haití comienzan a ser enterrados en fosas comunes a un ritmo muy lento mientras se acaba el tiempo para encontrar personas vivas entre los escombros.

Nicolas Challes, que dirige un equipo de recogida, ha explicado a Efe que un camión y algunas camionetas transportan los cuerpos hasta una fosa común del cementerio de Cafour Academie, el barrio de Petion Ville, pero ha dicho que en toda una tarde apenas logran recolectar cien cadáveres.

Una vez allí, nadie se ocupa de introducirlos en tumbas ni menos aún de cubrir la fosa. "Incluso algún vagabundo se atrevió a manosear la ropa de los cadáveres en busca de lo último de valor que pudieran llevar", cuenta Javier Otazu, periodista de Efe.

Muchos curiosos observaban el paso del trágico convoy tapándose las nariz por el desagradable olor que desprenden los cadáveres en descomposición, del que muchos se han quejado. Pero soportar el hedor no es lo peor, sino que puedan transmitir enfermedades a gran velocidad.

Puerto Príncipe, una ciudad

Mª Antonia Blasco, directora de DIYITE, una ONG de cooperación con Haití, ha explicado en Radio Nacional que ha visto "recoger muertos del hospital central en camiones, ir a las montañas y tirarlos". "Esto, con las filtraciones de agua y la poca calidad de agua que hay ya en Haití, significa que puede provocar unas epidemias terribles", como tifus y cólera, ha dicho.

La prioridad sigue siendo el rescate

A pesar de este gran problema, los Gobiernos y organismos como la ONU han dejado en claro que la prioridad en este momento sigue siendo encontrar y rescatar a los supervivientes de la tragedia.

"Hay gente que sigue viva bajo los escombros y debemos salvar todas las vidas que podamos", ha afirmado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Y es que la esperanza de encontrar supervivientes se reduce mucho después de las 72 horas del desastre, tiempo que se cumplirá la tarde de este viernes en Haití.

Francia, España, Alemania, Reino Unido, Canadá, Japón, China, Indonesia, México, Cuba y Venezuela, entre otros países, han enviado equipos de socorro y rescate, así como material de primera necesidad y alimentos para ayudar a los haitianos, pero el caos logístico del país hace que la ayuda llegue a cuentagotas.

El enviado especial de TVE a la capital haitiana relata los problemas logísticos que hacen difícil la ayuda. La gasolina escasea, no hay luz ni agua en muchos hospitales y otros están derruidos.

En las próximas horas se espera que lleguen al aeropuerto de Puerto Príncipe dos de los seis aviones que España ha fletado con material de emergencia.

Entre 45.000 y 50.000 muertos, según Cruz Roja

Mientras el mundo redobla sus esfuerzos para socorrer a los supervivientes, La Cruz Roja haitiana cifra el balance de la tragedia entre 45.000 y 50.000 muertos, además de tres millones de afectados, la mayoría niños, según Unicef.

Un cálculo que, dolorosamente, poco a poco va tomando forma. Ban ha asegurado que ya son 36 los muertos entre su personal asignado a la Misión de Estabilización en Haití (Minustah), del que siguen desaparecidas unas 150 personas.

"En las últimas horas han enterrado a 7.000 haitianos", ha dicho el presidente del Consejo de Ministros del Perú, Javier Velásquez Quesquén, que ha señalado que la cifra le ha sido proporcionada por los presidentes de Haití, René Préval, y de República Dominicana, Leonel Fernández.

Fernández ha visitado Haití para reunirse con su presidente, que le ha dicho que la situación en el país ya era complicada antes del terremoto, por lo que el presidente brasileño ha asegurado que es tiempo de que el mundo ayude de manera permanente a la república caribeña afectada.

Estados Unidos, por su parte, ha anunciado hace pocas horas el traslado inmediato de más de 250 profesionales de la salud y el posible viaje de más de 12.000 "en los próximos días" para ayudar en las tareas humanitarias, personal que se unirá a los equipos ya enviados por Washington a ese país.

El caos en el aeropuerto retrasa la ayuda

No obstante, pese a la voluntad mundial de ayuda, el caos que vive gran parte del país más pobre de América tocó también a las operaciones aéreas, lo que está dificultando la llegada de dicha ayuda.

La mañana de este jueves diez aviones civiles de Estados Unidos y uno militar estuvieron sobrevolando la capital durante más de dos horas a la espera de poder aterrizar, pero "algunos tuvieron que regresar a Santo Domingo y Miami" porque no había pistas disponibles en la terminal.

Otro avión panameño con 32 especialistas y alrededor de 34 toneladas de alimento también ha tenido que desviarse a Santo Domingo, debido a que nadie autorizaba su aterrizaje en Puerto Príncipe.

A la espera de superar estos problemas de logística, el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, lanzará este viernes una petición de ayuda humanitaria de emergencia para asistir a la población damnificada.

Pero los haitianos, que están incomunicados, solo saben que la ayuda no llega, por lo que un grupo de vecinos ha montado barricadas con los cadáveres en señal de protesta.

Donaciones económicas

Por ahora, tanto EE.UU. como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han anunciado que contribuirán con una ayuda inicial de 100 millones de dólares cada uno, y el G20 se ha comprometido a entregar "de forma inmediata" asistencia económica y en especie.

El corresponsal de RNE en Latinoamérica ha logrado entrar en Haití.

Pero la asistencia no solo viene de países y organizaciones, como demostró el anuncio realizado este jueves por la Cruz Roja en América, que recaudó en solo 24 horas tres millones de dólares mediante mensajes de móviles de 10 dólares cada uno.