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"He venido para traer a mis niñas, pero vuelvo a Haití en una semana... hay mucho que hacer allí"

  • Luis Eduardo Álvarez Banco y su familia han sobrevivido al terremoto de Haití
  • A su llegada a Torrejón todavía caían restos de escombros de su chaqueta

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Informe semanal - Tres cooperantes residentes en Haití relatan cómo han vivido el terremoto

Al quitarse la chaqueta todavía caía polvo. Luis Eduardo Álvarez Banco ha salido ileso de una de las mayores catástrofes naturales ocurridas en todo el mundo. Pero, afortunadamente, tanto él como su mujer y sus dos niñas pequeñas han podido volver a Madrid para contarlo.

El terrorífico terrremoto que ha asolado a Haití -el país más pobre de América- ha dejado a esta familia con lo puesto. Han perdido a sus amigos, a sus compañeros, su casa, prácticamente todo lo que tenían desde hace 4 años... pero afortunadamente, el seismo - el peorde los últimos 200 años en el país caribeño- no se ha llevado lo más importante: sus vidas.

Me salvé porque decidí no ir a la sede de la ONU porque había mucha gente allí

La familia de Luis viajaba en el primer avión de españoles (fletado por el Ministerio de Exteriores) que ha llegado este sábado a la base aérea de Torrejón de Ardoz. Tras un emotivísimo reencuentro con sus familiares, y tan sólo unos minutos para beber un poco de agua, este hombre de 50 años ha dicho lo siguiente:

"He venido a Madrid para acompañar a Carolina y traer a mis niñas. Pero en una semana me vuelvo a Haití. Allí hay muchísimo que hacer"; unas palabras que sin duda muy pocas personas dirían en su situación.

Martes 12 de enero de 2010 a las 16:53 pm hora local: Haití se desmorona. Un momento inolvidable. Un terremoto de magnitud 7 en la escala Richter sacude uno de los países más desafortunados del mundo. Aunque las cifras aún no son precisas, se habla de hasta 200.000 muertos y unos tres millones de afectados.

"Murieron todos mis compañeros de la ONU"

Luis, de unos 50 años y de origen venezolano, es uno de los -aproximadamente- 900 miembros civiles de la ONU que se encuentran en Haití para regular su inestable situación política, además de ser uno de los países más violentos del mundo.

Cuando vi la oficina derrumbada de mi mujer la emoción no me permitía caminar

Vive en Puerto Príncipe (la capital de Haití que ha resultado devastada) desde hace 4 años con sus dos hijas pequeñas- Ximena, de un año y Carlota, de tres- y su mujer, Carolina del Campo Vara, una española que trabaja para la Agencia de Cooperación Internacional Española.

Ambos cooperantes se encontraban trabajando en el momento de la tragedia y no pudieron reencontrarse hasta horas más tarde. De hecho, cuando Luis consiguió llegar hasta la oficina de su mujer la vio derrumbada. Explica que "en ese momento la emoción no me permitía mover las piernas para caminar".

Ésta no solo ha sido la mayor tragedia humanitaria de los últimos años si no la peor en la historia de la ONU. El edificio de la organización internacional se derrumbó en un momento en el que se celebraba un congreso con ciudadanos chinos, por lo que murieron muchísimas personas, entre ellos los compañeros de Luis. "Han muerto todos mis compañeros, el jefe que me reclutó, mis mejores amigos...", explica, muy emocionado.

"No habrían muerto tantos miembros de la ONU si no fuera por el congreso chino, aunque entonces habría muerto yo, porque había quedado con un amigo para darle unos regalos de navidad que trajimos de España, pero como había mucha gente en la sede de la ONU preferí no ir ese día".

Tiempo para un poquito de humor

A pesar de la inimaginable situación que ha vivido este hombre y su familia -su hija de un año lleva tres días sin querer comer- a Luis todavía le quedaba un poquito de humor para reirse con los suyos. Y por supuesto, para reconocer el milagro que ha vivido.

Mi niña de un año no quiere comer desde la tragedia

Comentaba que una de las peores cosas eran "los llantos y gritos de la gente cada vez que iban falleciendo los heridos más graves". Luis se vio obligado a actuar casi como un médico, "dando pastillas contra el dolor, poniendo gasas con celo, con lo que fuera".

"El momento del terremoto duró 40 segundos. Fue como un temblor de olas de tierra. Fue horrible".

Esta pareja de cooperantes avisó a su familia española de que estaban bien a través de un mensaje de texto. La mujer de Luis está más afectada psicológicamente y al llegar a Madrid una de las primeras cosas que dijo fue: "Necesito sentarme, me tiemblan las piernas".

"Hemos vivido una pesadilla". No creo que haya nadie en el mundo que dude eso; aún así, Luis asegura que volverá al lugar donde por poco pierde a su familia y su propia vida para seguir ayudando.