La policía y Naciones Unidas patrullan las calles de Puerto Príncipe
- Muchas familias siguen durmiendo en plena carretera al caer la noche
- La gasolina se ha convertido en un artículo de lujo y hay largas colas
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La policía haitiana y una decena de tanquetas de Naciones Unidas patrullan las calles más conflictivas de Puerto Príncipe por la noche para evitar incidentes y garantizar la seguridad en la zona más peligrosa afectada por el terremoto, según ha relatado la enviada especial de Televisión Española, Almudena Ariza, que ha llegado a la zona sobre las cuatro de la mañana, hora local.
A esa hora no ha podido comunicarse con nadie porque está todo destruido, incluidas las redes de telecomunicaciones.
Ha añadido que lo que ha "visto es una ciudad completamente a oscuras, una ciudad fantasmagórica, donde miles de personas estaban tratando de sobrellevar la noche lo mejor posible, muchas de ellas se han visto obligadas a hacer barricadas incluso en el asfalto porque algunas familias están todavía durmiendo en plena carretera".
Muchas familias desesperadas se afanan también en buscar a sus familiares entre los escombros incluso por la noche.
La destrucción se concentra en Puerto Príncipe y sus alrededores
La destrucción provocada por el terremoto de Haití se concentra en Puerto Príncipe y sus inmediaciones, la zona más próxima al epicentro del seísmo de magnitud 7 en la escala de Richter.
Gemma García, enviada especial de TVE a Haití, ha afirmado en el Telediario que "lo primero que llama la atención de ese recorrido de 60 kilómetros es que hasta que no llegas a Puerto Príncipe es como si no hubiera habido terremoto", y ha destacado que en el recorrido hasta la capital apenas hay edificios derrumbados.
García ha accedido al país a través de la frontera con la República Dominicana y ha llegado a la capital tras un viaje de dos horas, en el que ha podido ver grandes colas en las gasolineras del camino, ya que el combustible "es el bien más preciado y, desde luego, uno de los más escasos".
También sorprende el éxodo masivo a pie de miles de ciudadanos hacia la frontera con el vecino Santo Domingo.