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La Embajada española en Haití logra contactar con diez monjas españolas aún desaparecidas

  • Ya están localizados 105 de los 111 españoles registrados en Haití
  • En las caras de los haitianos se percibe la resignación

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La Embajada española en Haití ha logrado contactar con diez monjas españolas residentes en el país latinoamericano y que aún estaban desaparecidas tras el devastador terremoto del pasado martes.

Casi seis días después del terremoto, la Embajada ha podido contactar finalmente con estas religiosas, lo que había venido intentado desde entonces, con lo que ya están prácticamente localizados los 111 españoles censados en Haití, y son 99 de ellos los contactados. No obstante, se sigue buscando incansablemente a la funcionaria de la UE Pilar Juárez y a la subinspectora de Policía Rosa Crespo.

En Haití, la situación sigue prácticamente igual, con la salvedad de que se han retirado los cadáveres de las calles y ya es casi imposible encontrar un cuerpo en el asfalto, aunque sí quedan cuerpos atrapados. Los cadáveres se han ido trasladando a morgues improvisadas, en las que se acumulan miles y miles de cadáveres.

La ayuda prácticamente no está llegando a los damnificados, aunque el domingo ya empezaban a verse camiones cisternas que distribuían agua no potable entre la población.

Hospitales saturados y violencia

Los hospitales están totalmente saturados y, seis días después del seísmo, no paran de llegar heridos, además de que se trabaja con enormes dificultades.

Aunque no se percibe una sensación de inseguridad generalizada, se están produciendo hechos aislados. Este domingo, tras oír un tiroteo, una multitud corría con bolsas de comida porque se están produciendo saqueos a establecimientos. Y es que comienza la desesperación porque la ayuda humanitaria no llega.

Pero en las caras de la gente lo que se percibe es la resignación, después de haber sufrido tantas desgracias, porque cuando intentan recuperarse de una desgracia les viene otra sobrevenida.

Y cinco días después se sigue encontrando a gente con vida bajo los escombros, lo que muchos dicen que es un milagro, pero existen los milagros.