La falta de gasolina para todo en Puerto Príncipe
- La carencia de fuel se hace cada vez más crítica en la ciudad
- La ONU reconoce que su precio ha aumentado 10 dólares por galón
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Camiones con depósitos con capacidad para 180 litros se disputan el espacio cerca de los surtidores con hombres jóvenes en motocicletas. Los coches tratan de meterse el morro unos a otros para ganar sitio en la cola. Los peatones suben la carretera a pie con cubos, jarras de aceite vegetal o cualquier otra cosa que pueda servir de contenedor. No es para menos, porque una gasolinera ha abierto, y nadie sabe cuánto van a durarle las reservas.
Esta imagen, recogida por Tina Susman, periodista de Los Ángeles Times, el pasado domingo al abrir una gasolinera de la empresa Texaco refleja hasta qué punto todo en Puerto Príncipe empieza a girar en torno a una palabra: gasolina.
Sin gasolina no hay refrigeración en la morgue donde se apilan los cuerpos. Sin gasolina no hay forma de que los comercios reabran, de que los médicos lleguen a los hospitales, de que las ambulancias atiendan a los heridos.
Sin gasolina no funcionan los generadores que luminan de forma esporádica casas, hoteles, restaurantes y hospitales. Sin gasolina no llega la ayuda humanitaria, por mucho que crezca la ira entre los haitianos.
A precio de oro
La propia ONU ha reconocido que la escasez de gasolina en Haití se hace cada vez más acuciante y constituye un obstáculo para las operaciones de ayuda humanitaria en las zonas del desastre.
Según los último datos de la oficina humanitaria de la ONU, OCHA, "el precio de la gasolina se ha incrementado hasta el equivalente de 10 dólares por galón" (3,8 litros). Por ello ya se han establecido restricciones al consumo, lo que ha fortalecido aún más el negocio floreciente de estos días: el contrabando de fuel.
En realidad, la escasez de gasolina no es más que un reflejo de la carencia de servicios básicos que está haciendo que la ayuda llegue de forma lenta y tediosa.
Agua sin contenedores
Por ejemplo, si hay otro elemento igual o más demandado en Puerto Príncipe tras el terremoto ése es el agua. Desde el viernes, un portaaviones nuclear estadounidense está produciendo unos 100.000 galones de agua diarios...pero no hay contenedores para llevarla.
Así lo reconoce en declaraciones a France Presse el comandante del barco, el almirante Ted Branch, que ha detallado que ese problema está a punto de resolverserse: traen 84.000 bidones desde la base de Guantánamo.
Otro de los problemas a los que se enfrenta la asistencia humanitaria es que el puerto de Puerto Príncipe sigue inservible desde el terremoto que asoló la zona el día 12 de enero.
Aunque el muelle sur está intacto, la carretera de acceso está destruida, y se espera que se puedan hacer las reparaciones a lo largo de esta semana. Las tres grúas gigantes del puerto también quedaron inservibles, por lo que los buques que llegan son desviados hacia Cap-Haitien.
Tiendas de campaña
Otra necesidad urgente son las tiendas de campaña, pues frente a las 4.000 que ya hay en el país se requieren al menos otras 20.000. Según la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), que centraliza la ayuda referente a refugio, se ha decidido, junto con las autoridades haitianas, organizar un asentamiento temporal para acoger a 100.000 personas, en un emplazamiento aún por decidir.
Y en las próximas semana, el objetivo final es cubrir las necesidades de alojamiento de 200.000 familias, lo que equivale a un millón de personas.
La falta de personal médico sigue, por otra parte, impidiendo la asistencia a miles de heridos. Según OCHA, además de lo hospitales de Puerto Príncipe, los de la región fronteriza de República Dominicana ya están también saturados, y se ha empezado a reenviar a heridos a hospitales de otras ciudades.
Francia, contra EE.UU.
Y mientras, las tensiones entre los países que lideran la ayuda internacional empieza a crecer. El secretario de Estado de Cooperación francés, Alain Joyandet, ha asegurado que la ONU debe precisar el papel de Estados Unidos en la ayuda humanitaria a Haití, porque "no se trata de ocupar el país, sino de ayudarle a que recobre la vida".
El diplomático galo ha hecho estas declaraciones nada más regresar de Haití, donde el avión en el que viajaba tuvo problemas para aterrizar en el aeropuerto de Puerto Príncipe, controlado por los estadounidenses.
"La ONU está trabajando, espero que se tome una decisión. Espero que las cosas sean precisadas sobre el papel de Estados Unidos", ha subrayado Joyandet.