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EE.UU. y Japón, 50 años de un pacto en revisión

  • La disputa por la base de Okinawa marca un aniversario sin ceremonia
  • Hatoyama promete reforzar una alianza que califica de "indispensable"

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El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, ha calificado este martes de "indispensable" la relación de Japón con Estados Unidos en la conmemoración del 50 aniversario de la firma del tratado de cooperación y seguridad entre ambos países.

El medio siglo que cumple esta alianza está marcado por la disputa entre Japón y EE.UU. sobre el futuro de la base aérea de Futenma, en Okinawa, que Tokio podría trasladar contraviniendo un acuerdo firmado en 2006 pero que Washington pide que se acate.

El actual primer ministro de Japón puso fin a más de medio siglo de dominio conservador en las elecciones de agosto como líder del Partido Democrático (PD) con promesas de cambio, entre ellas la de reformular las relaciones con Washington.

Un alianza "indispensable"

En esta efeméride Hatoyama ha evitado hablar de esas diferencias y ha destacado que su alianza con Estados Unidos ha servido para dar seguridad al Japón surgido de la II Guerra Mundial.

Además ha reconocido que la disuasión nuclear continuará siendo importante para asegurar la paz y estabilidad en la región.

"La presencia militar, basada en el tratado entre Japón y Estados Unidos, continuará siendo un bien público al aportar una gran sensación de seguridad a los países de la región", ha dicho el primer ministro en un comunicado.

Hatoyama aboga por trabajar conjuntamente para profundizar "de manera adecuada" la relación con EE.UU. en el siglo XXI, entre otros, en nuevos campos como el cambio climático, algo que en su opinión dará sus frutos a finales de año.

Ninguna ceremonia relevante

A pesar de las declaraciones de Hatoyama, no está previsto que se celebre ninguna gran ceremonia. Todo se limita a un acto en la base militar de Yokosuka en la que participan marinos de ambos países para conmemorar la firma el 19 de enero de 1960 del llamado Tratado de Mutua Cooperación y Seguridad. Lo firmaron los entonces primer ministro nipón, Nobusuke Kishi y el presidente americano Dwigth Eisenhower.

Ese acuerdo modificaba uno anterior firmado junto con el Tratado de Paz de San Francisco en 1951 que puso punto y final a la II Guerra Mundial en la región tras la rendición nipona el 15 de agosto de 1945.

La revisión intentaba acabar con el derecho al intervencionismo del Ejército de Estados Unidos en Japón, mientras que el actual texto obliga a los estadounidenses a defender el país asiático si sufre un ataque armado y les cede el uso de sus bases.

Polémica por la base de Okinawa

Hatoyama reconoció anteriormente la importancia de la presencia del Ejército estadounidense en Japón para mantener la seguridad y el equilibrio de fuerzas en Asia Oriental, aunque ha pedido que se acabe con las molestias que causa en la población de Okinawa (sur de Japón) la base aérea de Futenma.

Japón tomará una decisión definitiva antes de mayo, mientras Washington urge a que se atenga a lo firmado en 2006: el traslado de la base dentro de la isla de Okinawa y el traspaso de 8.000 soldados al territorio americano de Guam.

La presencia de Estados Unidos y de sus más de 50.000 soldados en Japón son una pieza clave de la estrategia en la región asiática donde Corea del Norte y el emergente poder chino siguen dibujando el equilibrio de poder.