El CGPJ admite que la imparcialidad de De la Rúa "estaba en cuestión"
- No considera que cometiera una falta disciplinaria
- Se presentó una queja por no abstenerse en el caso Gürtel
- El presidente Camps le considera "más que amigo"
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) admite que la apariencia de imparcialidad del presidente del Tribunal Superior valenciano (TSJCV), Juan Luis de la Rúa, "estaba en cuestión" después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, le considerara "más que amigo".
Así se asegura en la resolución, notificada este martes, en la que se justifica la decisión de la Comisión Disciplinaria del CGPJ de archivar el pasado 26 de noviembre la queja que el abogado José Luis Mazón presentó contra De la Rúa por no abstenerse en las deliberaciones que terminaron con el sobreseimiento de la parte valenciana del "caso Gürtel".
El Poder Judicial explica el archivo diciendo que "ni de la queja que origina estas actuaciones, ni tampoco de la investigación realizada por el Servicio de Inspección, se deducen hechos objetivos de entidad suficiente que permitan considerar indiciariamente probada una amistad íntima entre ambos presidentes, ni tampoco una conciencia de tal amistad íntima" por parte de De la Rúa.
El presidente del TSJV no cometió una infracción disciplinaria
Sin embargo, el CGPJ dice que "estaba en cuestión la apariencia de imparcialidad ante la sociedad (de De la Rúa), no sólo por lo manifestado por el presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma, que se admite como hecho probado, sino también por tratarse del presidente de la sala penal competente para el conocimiento del recurso y por intervenir finalmente en su deliberación y fallo".
"No cabe negar que se ha suscitado un estado de duda y recelo en la opinión pública con respecto de la imparcialidad del presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana", dice el CGPJ, que no obstante termina por concluir que De la Rúa no cometió ninguna infracción disciplinaria al no abstenerse y recuerda que, pudiendo hacerlo, ninguna de las partes recusó al magistrado.
En el informe enviado al CGPJ para defenderse, De la Rúa aseguró ser consciente de la "inmejorable relación institucional" con Camps, pero decía que ésta no había derivado en "amistad íntima" y como prueba señalaba que desconocía la composición de la familia de éste, que jamás había pisado su casa y que no había comido con él, ni siquiera tomado una cerveza, "fuera de los actos de concurrencia pública por razón de la función representativa".
Añadía que no había participado con Camps en viajes o actividades lúdicas "de carácter privado" y que no le había invitado a las bodas de sus hijos ni a otros acontecimientos familiares.