Obama reta a los banqueros y a Wall Street: "Si quieren pelea, aquí estoy"

• Restringirá las inversiones con capital propio, así como las fusiones
• La iniciativa, que debe tramitar el Congreso, provoca una caída en Wall Street

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anuncia las medidas junto al equipo de asesores económicos que dirige el ex director de la Fed, Paul Volcker.

El presidente de Estados Unidos,  Barack Obama, ha anunciado nuevas restricciones al tamaño y las actividades de las entidades financieras, que incluirán límites a las operaciones en las que pueden invertir su propio dinero.

Obama ha subrayado, en un tono combativo, que si los bancos y sus grupos de influencia "quieren pelea, aquí estoy". Estas declaraciones se producen una semana después de que avanzara la imposición de un nueva tasa para recuperar las ayudas a las entidades financieras.

Enero es tradicionalmente el mes de los bonus a los banqueros. Con las cuentas de 2009 ya cerradas, llega el momento de calcular la mayor paga del año. Será menor que el año pasado, aunque en Estados Unidos se espera que vuelvan a las cifras de 2007, antes de la crisis financiera.

En un acto en la Casa Blanca en el que compareció junto al ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, y el presidente del Comité Bancario del Senado, Chris Dodd, entre otros, Obama ha argumentado que la medida tiene como objeto controlar el riesgo que asumen los bancos y proteger a los contribuyentes.

“El sistema financiero sigue con las mismas reglas“

"Aunque el sistema financiero es hoy mucho más sólido que hace un año, sigue funcionando con las mismas reglas que permitieron ponerlo al borde del derrumbamiento", ha subrayado.

La propuesta, ha explicado Obama, buscará que ningún banco o entidad financiera que lo controle pueda ser propietario, invertir o patrocinar un fondo de riesgo (hedge fund), un fondo de capital riesgo, o especular en Bolsa con su propio dinero, esto es, los activos tóxicos que provocaron la crisis financiera. También limitará el tamaño de las entidades financieras y las fusiones en el sector.

Deberá consensuarlo con el Congreso

A lo largo de las próximas semanas, ha señalado el presidente estadounidense, colaborará con el Congreso para redactar un proyecto de ley de reforma del sistema financiero que imponga más garantías para los consumidores.

"Mi determinación a reformar el sistema se ve reforzado cuando veo un retorno a las viejas costumbres por parte de las empresas que luchan contra la reforma, y cuando veo beneficios récord en algunas de las mismas firmas que aseguran que no pueden prestar más dinero a las pequeñas empresas o mantener bajos los intereses de las tarjetas de crédito", ha destacado el presidente estadounidense.

“Nunca más un contribuyente americano será rehén de un banco“

Según ha declarado, "es exactamente este tipo de irresponsabilidad que deja claro que la reforma es necesaria". En este sentido, ha insistido en que "nunca más un contribuyente americano será rehén de un banco que es demasiado grande para caer".

El anuncio del presidente ha provocado una inmediata caída en la Bolsa de Nueva York: a media sesión, el índice Dow Jones de Wall Street caía 207 puntos, para situarse en 10.397, mientras que el Nasdaq había perdido 28 para quedar en 2.263.