Un año después, Guantánamo sigue abierto
- Hoy se incumple el plazo que se dio Obama para cerrar la prisión
- El rechazo de la población y la oposición política retrasarán el cierre otro año
- 50 de los 196 prisioneros seguirán detenidos, sin cargos ni juicio
Hace ahora justo un año, Obama firmaba una de sus primeras órdenes como Presidente. Instaba a la CIA a cerrar la prisión de Guantánamo en doce meses. Pero el limbo legal sigue abierto. Y los problemas de seguridad, logísticos, financieros y políticos pueden prolongar la agonía otro año más. Un total de 9 desde que se inauguró.
Al margen del cierre de la prisión, antes o después, la peor herencia que deja son los 50 prisioneros que seguirán detenidos sin cargos ni juicio, según acaba de recomendar el grupo de trabajo del departamento de Justicia.
No pueden ser juzgados porque las confesiones se arrancaron con torturas, y las pruebas no pueden ser presentadas ante un tribunal. Su declaración comprometería la seguridad del Estado. Su peligrosidad tampoco permite a la administración Obama liberarles o repatriarles. Están en el limbo. Es la vergüenza de Guantánamo.
Toda clase de obstáculos
Para cerrar Guantánamo y tras la repatriación de dos detenidos a Argelia, hay que recolocar a los 196 prisioneros que todavía quedan. El departamento de Justicia considera que 80 serán acogidos por terceros países. La repatriación de otros 30, todos yemeníes, ha quedado paralizada por el atentado frustrado de Detroit, cuyo terrorista se entrenó en Yemen. Y más después de saberse que uno de cada cinco liberados reingresa en Al Qaeda.
35 serán juzgados, en tribunales civiles o militares. 80+30+35+50=195. Pero sólo son recomendaciones. Hay otras variables que influyen en el status final. Así que muchos irán al Centro Correccional de Thomson, una prisión federal de máxima seguridad en el noroeste de Illinois.
El Congreso aprobó una ley que prohibía que los detenidos de Guantánamo fueran llevados a territorio continental, excepto para ser juzgados. Los republicanos y algunos demócratas se oponen frontalmente al traslado. Aseguran que supone una amenaza para las poblaciones vecinas y el país. En sus manos está aprobar los cientos de millones de dólares necesarios para acondicionar la prisión y garantizar la seguridad de los juicios. El primero, el del autoproclamado cerebro del 11-S: Khalid Sheikh Mohammed, el preso 196.
Protestas de veteranos y activistas
La promesa incumplida de Obama no ha pasado desapercibida. Grupos de veteranos se han manifestado frente al Capitolio. Dicen que la prisión pone en peligro la vida de las tropas desplegadas en Irak y Afganistán. Obama mismo dijo que Guantánamo era una de las mejores herramientas que tenía Al Qaeda para reclutar terroristas.
Una reflexión que comparten las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, que se han manifestado entre la Casa Blanca y el Capitolio. Vestidos con el uniforme naranja de presidiarios han mostrado pancartas de "Promesas rotas", "Leyes rotas" y "Vidas rotas". 42 detenidos este jueves.