Brown declarará ante la comisión de Irak antes de las elecciones
- La noticia fue recibida con satisfacción por los dos partidos de la oposición
- El entonces ministro de Exteriores admitió que fue ¿un error¿ afirmar que Irak podía lanzar un ataque
El primer ministro británico, Gordon Brown, comparecerá ante la comisión que investiga las circunstancias de la guerra de Irak antes de la celebración de las próximas elecciones generales, previstas para el 6 de mayo, según ha confirmado el presidente de esta pesquisa, John Chilcot.
En una breve declaración, Chilcot indicó que Brown le entregó una carta en la que ofrece prestar declaración como testigo el mes próximo o en marzo, si bien no hay todavía una fecha concreta.
"Usted ha ofrecido una serie de fechas en los próximos dos meses. No tendré problemas en acordar una fecha que sea conveniente para la investigación", indicó la misiva leída por el presidente.
Esta noticia, adelantada por los medios británicos, fue recibida con satisfacción por los dos partidos de la oposición, conservadores y liberal demócratas.
¿Una decisión de Brown?
Según la cadena BBC, se ignora si la iniciativa de testificar antes de los comicios generales -que deberán ser convocados como muy tarde en junio- partió de Brown, deseoso de quitarse cuanto antes una losa de encima, o de Chilcot.
El líder liberal demócrata, Nick Clegg, se felicitó de la noticia y dijo que era "justo" que Brown explicase su papel en la guerra de Irak antes de someterse al veredicto de las urnas.
"Es sabido que el Primer Ministro fue clave en la decisión británica de invadir Irak", dijo Clegg, dirigente del único partido parlamentario británico que se opuso a esa guerra.
Por su parte, el portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Conservador, William Hague, dijo que la comisión y el público británico deberían escuchar los testimonios de todos los implicados y agregó que Brown, que fue ministro de Finanzas durante la guerra de Irak (2003), tenía preguntas que responder.
Su predecesor en el número 10 de Downing Street, Tony Blair, principal responsable de aquella decisión, ha sido llamado a declarar el viernes próximo.
Un profundo dilema moral y político
Ayer, el entonces ministro de Asuntos Exteriores y hoy titular de Justicia, Jack Straw, admitió que fue "un error" afirmar, como hizo el Gobierno británico, que el presidente iraquí Sadam Husein podía lanzar un ataque con armas químicas en 45 minutos, justificación esgrimida para atacar al país árabe.
Straw declaró ante la comisión que la decisión de declarar la guerra a Irak junto con Estados Unidos fue "la más difícil" de su vida y admitió que si él se hubiera opuesto seguramente el Reino Unido no hubiera podido participar en la ofensiva.
En una declaración escrita previa a su testimonio, el ministro laborista dijo que el asunto de Irak le planteó "un profundo dilema moral y político", aunque finalmente optó por apoyar la invasión y nunca se ha "retractado" de ello.