Detenido por conducir a 223 km/h en una autovía de 120
- Ya ha sido puesto a disposición judicial
- Podría suponer de tres a seis meses de prisión
La Guardia Civil ha detenido a un madrileño de 31 años, E.P.D., por conducir un turismo a 223 kilómetros por hora por la Autovía de la Ruta de la Plata (A-66), a la altura del término municipal de Benavente, en la provincia de Zamora, cuando el límite establecido en esa carretera es de 120.
La detención se produjo el pasado martes, después de que el radar detectara el exceso de velocidad del vehículo que conducía, un turismo modelo Mercedes CLS, según ha informado este viernes la Subdelegación del Gobierno en Zamora.
El conductor, al que se atribuye la supuesta autoría de un delito contra la seguridad vial, ya ha sido puesto disposición del Juzgado de Guardia en Benavente, junto a las diligencias instruidas por la Guardia Civil.
La nueva normativa penal en materia de Seguridad Vial establece penas de prisión de tres a seis meses o multas de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad entre uno y tres meses, además de la retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años, para los conductores que superen en 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en vías interurbanas
Detenida una mujer de 77 años por conducir ebria
Por otro lado la Guardia Civil ha detenido en la travesía de Cenes de la Vega (Granada) a una mujer de 77 años como presunta responsable de un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia del alcohol después de que se viera implicada en un accidente de tráfico.
El accidente se produjo cuando la detenida realizó la maniobra de marcha atrás para salir del aparcamiento e incorporarse a la carretera, justo en el momento en el que pasaba un autobús con el que chocó lateralmente, ha informado hoy la Guardia Civil.
Cuando los agentes llegaron al lugar del accidente, que sólo ocasionó daños materiales al turismo, observaron que la conductora del vehículo presentaba síntomas de conducir en estado ebrio, lo que corroboró la prueba de alcoholemia, que arrojó una tasa de alcohol por litro de aire de 0,67.
La mujer intentó realizar hasta en cinco ocasiones una segunda prueba sin éxito debido a su estado.