Rescatan con vida a un joven tras pasar once días bajo los escombros de un edificio en Haití

• Su rescate ha durado más de 7 horas
• Le ha sacado un grupo de socorristas frenceses y griegos
• El joven de 24 años fue localizado por un grupo de saqueadores

Rescatado con vida tras once días bajo los escombros

Parece un milagro o una de esas historias increíbles que raramente se producen. Un joven de 24 años ha sido rescatado este sábado tras pasar 11 días bajo los escombros.

Horas antes, la ministra de comunicación, Marie Laurence Lassec, había negado que hubiese concluído la fase de rescate, como habían indicado otras fuentes del Gobierno haitiano.

Creía que había pasado seis días sepultado y llevaba once. Exantus Wismond, dependiente de un comercio de la calle Dessalines, ha salido con vida once días después de quedar enterrado bajo los tres pisos de un edificio que se vino abajo. 24/01/10.

El coordinador de la ayuda española, Pablo Yuste, nos explicaba que ha sido sorprendente la cantidad de supervivientes bastantes días después del terremoto. "La Unidad Militar de Emergencias ha dejado hoy el operativo y el único equipo que permanece de rescate son los topos mexicanos, que están especializados en el rescate de cadáveres, con lo cual, pues bueno, se entiende que ya no hay rescate".

En cualquier caso no hay esperanza de que milagros como ese sigan produciéndose. La mayoría de los equipos de rescate ya se han marchado de Haití. En el contingente español el último en hacerlo ha sido la Unidad Militar de Emergencias.

Creía que llevaba seis días sepultado

Creía que había pasado seis días sepultado y llevaba once. Exantus Wismond, dependiente de un comercio de la calle Dessalines, ha sido rescatado por un equipo de socorristas franceses y griegos. 

El joven ha pasado once días enteros sepultado en una cavidad formada por los bloques de hormigón del edificio derruido de tres pisos que cayó sobre el comercio en el que trabajaba.

El rescate de Exantus ha durado aproximadamente siete horas, durante las cuales el equipo de socorristas ha tenido que taladrar los bloques de hormigón y luego apuntalar el espacio donde se encontraba el joven para que no cayeran sobre él parte de una ingente cantidad de escombros del edificio.

Exantus había sido localizado por un grupo de saqueadores que merodeaban por la calle en busca de mercancías que robar de los comercios derruidos.

Su hermano no perdió la esperanza

El joven rescatado tiene un hermano que nunca perdió la esperanza: Jean Pierre cuenta que pasó por el derruido comercio una y otra vez, un día y otro, porque algo le decía que su hermano, "el que más quería", estaba vivo. Sus otros tres hermanos habían tirado la toalla casi desde el principio.

Cuando los equipos de rescate pudieron establecer comunicación con Exantus trajeron a Jean Pierre para que hablara con él. "Me preguntó por todos los hermanos, por mi padre y mi madre, para saber si estaban bien. Yo le dije que sí, pero no le conté que nuestra casa se ha venido abajo", cuenta Jean Pierre, antes de añadir en inglés: "I am hungry" (tengo hambre).

Al salir Exantus en una camilla, los socorristas franceses y griegos pidieron silencio a todos los asistentes. Cuando por fin su camilla entró en la ambulancia, el público, espontáneamente, rompió en aplausos.

Exantus ha sido rescatado y devuelto a la vida. Cuando se recupere tendrá que buscar un sitio en la calle junto a sus hermanos y primos que han perdido todo, pero han encontrado al que creían perdido para siempre.

Cesa la búsqueda de supervivientes

Poco antes de este rescate el Gobierno haitiano ponía fin a la búsqueda de supervivientes del sismo que arrasó Puerto Príncipe el pasado 12 de enero.

En total, con este último rescate, 133 personas han sido rescatadas con vida durante los once días que han durado las labores de los equipos de rescate internacionales. Las últimas víctimas encontradas con vida el viernes fueron una mujer de 84 años y un hombre de 22, todo un milagro.

A partir de ahora, la ayuda humanitaria se centrará en ayudar a las miles de personas que han perdido sus casas, y que no tienen alimentos, especialmente en la capital y las ciudades más devastadas de Jacmel y Leogane.